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- 97 - de esto. nos fa da Santo Tomás de .Aquino cbn la moderación y: hreveda:i características de SU· genio. Si el conocimie:1to de la.religión, dice, fue'se producto de la investigacióncientíflca, se– guiriarrse estos tres inconvenientes. Primero, que serfa,n muy pocosJ.os hombres qµelograsen tener con:o:;imierito alguno. de Dios, · . pues son rarísimos los que se encuentran en condiciOnés de consagrar á é.sta investigación lasfuerzas de suententliniiento. S'egundo, q·ue los pocos g.ue pudiesen• elevarse hasta el conocimiento d.e verdad tan esencial, conseguiríanlo tan sólo tl:'as farguí~imo espacio de tiempo, puesto que, además de se.r estas cuestiones de las· más difíciles y abstrusas .para la razón, exigen una preparacióll prolija de co– nocimientos previos, cuya adquísición supone. tiempo y trabajo considerables:. Tercero 1 que ni aun de esta macera; se. exclu:i, ría· por completo el riesgo. de lncurrir en el error: El Angélico Doctor a,duce én apoyo de sus afir– macionée las. circunstancias que comunmente rodean la v.ida de los hombres. Hay algunos, di– ce, que se hallan incapacitados para este estu– dio, á causa de 1:_.a rudeza naturalde suingertiO; que l()sluicedeltodointábíles para l&imrestiga– ción de, (lualq uiera verdag .. Hay otros á quienes , , 110 es posible consagrar sus Ocios á trabajos inte– lectua,les, por impedírselo los, cuidados de la fa· milia, las preocupacionEs. de la hacienda,los des- 7