fundado en la Escritura y en la Tradtción, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación... Pues solamente Cristo es el Mediador y el camino de la salva– ción, presente a nosotros, en su Cuerpo, que es la Iglesia". Vaticano II "Lumen Gent" no. 14. Gracia habitual es la que permanece en nuestra alma, justificándola y santificán– dola a los ojos de Dios. También se le llama gracia justificante y gracia santificante. SUS EFECTOS: a) La gracia habitual permanece en el alma y la justifica; extingue el pecado original (por el bautismo) y los pecados actuales. De fe, Concilio de Trento. "He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo": "Aparta tu faz de mis pecados y borra todas mis ini– quidades": "Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vues– tros pecados": b) La gracia habitual o santificante nos hace amigos de Dios y templos de la Santísima Trinidad: "~i alguno me ama, mi Padre le amará y vendremos a él...": c) Nos hace hijos de Dios y herederos de la gloria prome– tida: d) Nos hace partícipes de la naturaleza divina: Jn 1,28-29. SI 50-11. Hech 3,19. Jn 14,18-23. 1 Jn 3,1-2 Rm 8,14-17. 2Pel,3-7. e) La gracia habitual, juntamente con las virtudes infusas, teológicas y morales, es un don d~l Espíritu Santo y las gracias actuales que la conservan, desarrollan y fortalecen, constituyen en nosotros la vida sobrenatural. Disposiciones para la justificación: 1. Fe en todas las verdades reveladas, principalmente en la Redención por los mé- ritos de Cristo. 2. Esperanza en las promesas divinas 3. Amor de Dios. 4. Contrición de los pecados mortales, con deseo de recibir la Penitencia o el Bau– tismo, o acto de contrición perfecta si no se pueden recibir los sacramentos. ERRORES: Protestantes: Lutero y Calvino: "Basta la fe sin obras para la justificación; y los pecados no son destruidos sino ocultados. La renovación que la gracia produce en el hombre justificado no es intrínseca". 74
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