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62 PRESENCIA ANTIGUA (1598-1835) nadas por los mayordomos, cofrades y Capítulo para hacer y otorgar capi– tulación y concordia con los capuchinos, acerca de la fundación de un convento de esta Orden. Aceptada la propuesta, el notario de Zaragoza Juan Gil Calvete, infanzón, daba fe y sancionaba el 13 de julio de 1652 las diversas condi– ciones y obligaciones contenidas en la "Concordia" entre el P. Fray Fran– cisco de Tarazana, provincial de la Orden de Capuchinos de la Provincia de Aragón, en nombre de ésta, y la ilustre Cofradía de N tra. Sra. de Cogullada".( 5 l Los puntos básicos de esta "Concordia" eran los siguientes: l. Construir un convento de capuchinos para mayor veneración de la santa imagen. Esto no implicaba la disolución de la Cofradía. Al contrario, ésta conservaba sus derechos, bienes y prerrogativas para siempre. 2. Como la ermita era pequeña, se haría de nuevo. Para ello se establece que la nueva construcción sea distinta de la iglesia conventual, aunque permanezcan unidas y comunicadas. La capilla o nav~ destinada a la Virgen deberá ocupar el mismo lugar que la vieja ermita y estará situada junto a la nave de la epístola de la iglesia del convento capuchino. Ambas tendrán sus respectivas sacristías, aunque el co-o sea común. 3. También se ha de construir un cuarto junto a la capílla de la Virgen para los retiros y capítulos de los cofrades. Esto fe hará con las limosnas de los devotos de la Virgen que administra ~a Cofradía. 4. En cuanto a los deberes y derechos de carácter espiritual, los capu– chinos tendrían que administrar los sacramentos a ~os cofrades que quisieran retirarse allí, y celebrar las misas que durant::: el año quisiera la Cofradía, aparte de la misa y responso cantado ante la muerte de algún cofrade, y un aniversario general el día de la conmemoración de los difuntos. 5. Otra de las obligaciones de los capuchinos sería el cuidar de la santa imagen y capilla. Ambas iglesias estarían bajo la advocación de Ntra. Sra. de Cogullada. La fundación y construcción del convento durante algunos años no fue más que un proyecto. Lo que provocó su puesta en marcha fue la muerte del canónigo fundador Don Claudia Mateo Sorbez, ocurrida el 14 de octubre de 1655. Dos días antes de su fallecimiento hizo su último testamento en el que expresaba su voluntad en relación con el nuevo convento capuchino.( 6 ) ( 5 ) Este documento ha sido transcrito en toda su integridad por GONZALEZ HERNANDEZ, «El monasterio de Cogullada», o.e., pág. 137-141. El original se encuentra en Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. (ó) GONZALEZ HERNANDEZ, «El monasterio de Cogullada», o.e., pág. 124-128.
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