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60 PRESENCIA ANTIGUA (1598-1835) hermandad que, con el tiempo, dio lugar a despilfarros que fueron elimi– nados mediante acuerdo de la misma Cofradía el 30 de abril de 1657, en el que se dispuso que la comida no podría constar más que de dos platos: "Una sopada y olla, y no otra cosa alguna de guisado", con una multa de 50 libras jaquesas al mayordomo que la hubiera dispuesto.O) También cuenta uno de los documentos que el año 1639 la ermita y la casa de la Cofradía amenazaban ruina. Las obras de reparación exigían cerrar el santuario e interrumpir por un tiempo el culto a la Virgen. Ante este conflicto, la Cofradía acordó juntamente con la Parroquia de Altabás, de la que dependía, con el Arzobispado y el Cabild::i, y con los Jurados de la ciudad, trasladar la imagen a la Catedral de La Seo, mien– tras se realizasen las obras. Se determinó que dicho traslado se hiciera de forma solenne. Por las calles y plazas de Zaragoza se divulgó la noticia mediante un pregón del Concejo cesaraugustano invitando a todos a entoldar y tapizar las fachadas de las casas y a regar las calles por donde iba a pasar la proce– sión con la Virgen de Cogullada. El recorrido procesional de la Virgen partió por el puente de Piedra, y transcurrió por la plaza de La Seo, calle de la Cuchillería (:). Jaime I), calle Mayor, Puerta de Toledo y plaza del Mercado (Lanuza). Y de allí volvió hasta La Seo, donde la venerada imagen fue depositada. Después de unos meses, finalizadas las obras de reparaciones de la ermita de la Virgen y casa de la Cofradía, el Cabildo devolvió la imagen a los cofrades y fue trasladada en procesión hasta su ermita. ( 4 l 3. FUNDACIÓN DEL CONVENTO CAPUCHINO. La fundación de este nuevo convento capuchino contó con el patro– nazgo de Don Claudia Mateo Sorbez, Canónigo de La Seo y Consultor del Santo Oficio de la Inquisición de Aragón. Pero como s.e trataba de fundar el convento en un santuario mariano, era necesario el beneplácito de la Cofradía de N tra. Sra. de Cogullada. Con esta finalidad, en la iglesia de San Juan del Puente de Zaragoza, el Capítulo de la Cofradía de Ntra. Sra. de Cogullada llegó a la conclu– sión de aceptar la propuesta de los capuchinos de fundar un convento o noviciado en la ermita de la Virgen de Cogullada. Así, el 29 de febrero de 1652, ante el notario Real y secretario de la Cofradía Miguel de Burgos, se daba poder mediante escritura pública, a las personas desig- (3) VICENTE GONZALEZ HERNANDEZ, «El monasterio de Cogullada. Aportaciones a su historia y construcción», en Boletín Inst. «Camón Amar», núm. VI-VII, Zaragoza, 1981, p. 121. (4l VICENTE GONZALEZ, «E: monasterio... » o.e., pág. 120.

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