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DIVERSAS CLASES DE APOSTOLADO CAPUCHINO 41 de 1289. La bula reconocía a San Francisco como fundador de dicha Orden. En esta bula el Papa añadió a la Regla, compuesta por el visitador Caro de Florencia, que en adelante, todos los "visitadores e informa– dores" debían ser de los Hermanos Menores. Durante el siglo XV la Orden Tercera tuvo un gran florecimiento gracias a los predicadores de los franciscanos San Bemardino, San Juan de Capistrano y Bernardino de Bustis, quien afirmó en uno de sus sermones: «Esta Orden es grande por su número. La cristiandad entera está llena de hombres y mujeres que observan sinceramente la Regla de los terciarios». ( 2 ) Los capuchinos tardaron unos años en propagar esta Orden e implan– tarla en torno a sus conventos, ante la oposición de los franciscanos "observantes", que les negaban el derecho a hacerlo. Pero fue el 31 de enero de 1620 cuando la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares concedió a los capuchinos la facultad de dar hábitos a los que pedían ingresar en la Orden Tercera, y eran admitidos. Tenemos una plena certeza de que la Orden Tercera de San Francisco estuvo muy activa en Zaragoza y en numerosos pueblos de Aragón, impulsada por la presencia de los franciscanos y capuchinos en esta tierra, pero lamentamos no encontrar documentación y libros de actas de estas Hermandades. El autor de los "Anales de Caspe" afirma que la Hermandad de la Tercera Orden de San Francisco se estableció en Caspe, después de la fundación del Convento Capuchino; pero con la guerra tan dilatada de los entrereinos quedó tan diminuta, que casi desapareció, porque cesaron en todos sus ejercicios. Enterados los religiosos franciscanos de Maella, quisieron formar una nueva Hermandad en la Parroquia. Ante esta noticia, el Superior de los capuchinos de Caspe escribió el 3 de · noviembre de 1720 a su Provincial, y con su permiso se restableció y erigió de nuevo dicha Hermandad en el día de la Inmaculada del referido año. El primer Ministro de esta Hermandad fue Carlos Espelta, y la primera Ministra Doña Josefa Zalaya.( 3 ) Otro valioso documentó lo encontramos en Novallas (Zaragoza). Entre los libros de esta parroquia figuran dos que se titulan: "Libro de la Tercera Orden de Penitencia de Ntro. Padre San Francisco". Dicha Tercera Orden se constituyó en la parroquia de Novallas el año 1753. Después de revisar estos dos libros he visto con admiración las Actas de la reunión mensual que tenía la Junta, donde hacen constancia de los ingresos y salidas, altas y bajas de sus miembros, y diversos actos y fiestas que cele– braban. Estos libros se conservan en el Archivo Diocesano de Tarazana. ( 2 ) LAZARO IRIARTE: «Historia Franciscana», ed. Asís, Valencia, págs. 519-524. ( 3 ) MARIANO VALIMAÑA, «Anales de Caspe», Caspe 1988, pág. 110.