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FUNDACION DEL PRIMER CONVENTO CAPUCHINO (1598) 25 edificación de la iglesia y pagó gran parte de lo que pertenecía a las habi– taciones de las monjas. Este monasterio gozó siempre del apoyo de reyes y Papas, y se convirtió en un gran foco de espiritualidad franciscana. Dos siglos después, surgió en la ciudad de Zaragoza otro monasterio de las Clarisas Franciscanas. El año 1484, Don Juan de Coloma, natural de Borja, ocupaba en España un alto cargo. Era el secretario del rey Fernando el Católico. Este insigne caballero fue el fundador del Monas– terio de Santa María de Jerusalén. Este monasterio al igual que el de Santa Catalina, a pesar de tantos siglos de guerras y contratiempos se mantienen actualmente en la ciudad, bendiciendo día y noche al Señor, en una vida de clausura, pobreza y alegría franciscana. Muchos investigadores se preguntan sobre el origen de la presencia en Zaragoza de la Orden Tercera de San Francisco, llamados modernamente "Seglares Franciscanos". Normalmente estas Hermandades han florecido siempre en torno a los conventos franciscanos. Por eso, aunque no nos ha sido posible encontrar datos históricos, damos por supuesto que existieran desde el siglo XIII. Al menos consta la existencia en el año 1293 de una Cofradía en honor de San Francisco, ya que por este tiempo se suscitó entre los ciudadanos de Zaragoza una gran discordia con motivo de la elección de Jurados, que solía hacerse por el mes de agosto, habiendo costumbre de elegir a doce, uno por cada parroquia de la ciudad, que estaba entonces dividida en dos grandes cofradías, una dedicada al Espíritu Santo y la otra a San Francisco. ( 4 ) A parte de esta presencia franciscana en Zaragoza antes del siglo XVI, que acabo de describir con más detalles, la difusión del franciscanismo por toda la geografía aragonesa es digna de elogio. Los conventos fran– ciscanos fueron brotando con toda la gracia y frescura del carisma de San Francisco de Asís por las poblaciones más importantes de Aragón. Los religiosos franciscanos fundaron conventos en Tarazana (1220), Huesca (1235), Jaca (1246), Calatayud (1248), Zuera (1261), Ejea de los Caballeros (1265), Luna (1270), Sariñena (1280), Barbastro (1290), Teruel (1217), Daroca (1237), Monzón (1235) y Borja (1365). También hasta el siglo XVI, los Monasterios de Clarisas Franciscanas ya se habían hecho presentes en diversas ciudades: Huesca (1262) Teruel (1367) y Barbastro (1560).( 5 ) (4) ATANASIO LOPEZ, «La provincia de España de los Frailes Menores». Ed. en Santiago, 1915, páginas 260-61. (S) L. LONGAS OTIN, «Monasterios de Clarisas Franciscanas y Clarisas Capuchinas de Aragón», ed. en Zaragoza, 1993, págs. 7-46.

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