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216 PRESENCIA NUEVA (1929-1998) Desde el principio quedó claro que la principal tarea ée los religiosos que componían esta fraternidad era la formación y crecimiento de la incipiente vocación capuchina del pequeño grupo de postulantes. Los postulantes acudían todas las mañanas a las clases de filosofía y teología del Seminario Conciliar de Zaragoza, en unión con otros jóvenes seminaristas. Por la tarde, los responsables del postulantaoo continuaban ·en casa su formación con temas especiales. El cronista de esta Fraternidad escribe el temario desarrollado durante el curso 1991-92: - Liturgia de las horas: Experiencia franciscana de:. salterio; cómo oraba Jesús; Decálogo del orante... - Crisis y recuperación de la moral sexual. - "El hombre en busca de sentido", de V. Frankl. - "Gaudium et spes". - "Nueva evangelización". - Eucaristía, teología y praxis de la memoria de Jesús.. - "Camino franciscano" de Fidel Aizpurúa; Biografía de San Francisco. - Catequesis bíblica: Catequesis de la Parroquia de San Antonio. Antiguo Testamento. Estos temas se fueron desarrollando los miércoles de 4,30 a 6,30.( 6 ) 4. ACTIVIDAD PASTORAL EN LA PARROQUIA. Además de la atención prioritaria a la formación de bs postulantes, la Fraternidad cargó con la responsabilidad pastoral del barrio de Valde– fierro, al servicio de la parroquia de Ntra. Sra. de Lourdes. La presencia de los capuchinos en Valdefierro se limitaba en un prin– cipio a ser testimonio del carisma franciscano entre la gente humilde, pobre y sencillla. Sólamente un hermano, Francisco Javier Sagardía, cooperaba en la parroquia como coadjutor. Sin embargo, la carencia de sacerdotes en la diócesis fue la razón principal por la que el Sr. Arzobispo, D. Elías Yanes, pidió a la Orden que se hicieran cargo, con todos los deberes y derechos, de la parroquia de Ntra. Sra. de Lourdes de este barrio. La petición fue estudiada y discutida por la Frater:üdad, en una reunión conjunta con el Arzobispo y el párroco de Valdefierro. La Fraternidad expuso con claridad cuáles eran los fines de la presencia de los capuchinos en Valdefierro, y que en caso de aceptar la parroquia, no tenía que ser ningún obstáculo que dificultase los objetivos priorita– rios de atención a la formación de los postulantes. ( 6) Idem, o.e., 1992, pág. 187.