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148 PRESENCIA NUEVA (1929-1998) No obstante, el 6 de octubre de 1976, otra vez el Definitorio Provincial de los capuchinos eligió esta Fraternidad para que residieran en ella el pequeño grupo de jóvenes capuchinos, quienes después é.e haber termi– nado el año del noviciado, tenían que seguir su formación de estudios ecle– siásticos. Acompañando a estos jóvenes y como responsables de su forma– ción, también llegaron el P. Fidel Aizpurúa y el P. Juan Ma-ía Castro. Los estudios eclesiásticos los realizaban en el Seminaria Diocesano de Zaragoza. Así estuvieron varios años. Hay que reconocer que la presencia de estos jóvenes capuchinos enriqueció a la Fraternidad, creciendo el número hasta llegar a 19 religiosos el año 1977. A parte de ser una riqueza para la vida de la Fraternidad, igualmente lo fue para dar un gran empuje apostólico a la pastoral patt:)quial, colabo– rando más activamente en las catequesis, juventudes y acciones litúrgicas. 1 O. RENOVACIÓN PASTORAL DE LA PARROQUIA. La rápida evolución de la sociedad moderna en sus d~versos aspectos culturales, técnicos, económicos, sociales y políticos ha io forzando a la Iglesia a una renovación teológica, escriturística, moral, litú:gica y pastoral. El acontecimiento que más influyó en esta renovación fue la celebra– ción del Concilio Vaticano II, que se clausuraba el 8 de diciembre de 1965. La publicación de sus nuevas Constituciones y Decretos sirvieron para presentar una evolución en la forma de concebir la teología, la ecle– siología y todas las ciencias sagradas, que al mismo tie:npo condicio– naban los métodos pastorales. Desde aquellas fechas aparecía muy clara la imagen de una Iglesia concebida como Pueblo de Dios, comunidad de comunidades, abierta al diálogo con la cultura del mundo, con una participación activa y corres– ponsable de los seglares, con sentido ecuménico y misionero. Una Iglesia renovada en su liturgia y con una fuerte opción por los pobres. Todas estas ideas fueron calando poco a poco entre bs sacerdotes y fieles, y la pastoral parroquial las fue poniendo en práct:_ca. En nuestra parroquia de San Francisco de Asís también comenzó este largo proceso de renovación que no tiene que terminar nunca. Según las crónicas y boletines informativos se observa algunas transformaciones. Van perdiendo su fuerza e incluso desaparecen algunas asociaciones piadosas como los Jueves Eucarísticos, la Pía Unión de San Antonio, la Cofradía de la Virgen del Carmen, la Cofradía de la Buena Muerte, etc.. Hasta el Movimiento de la A. C. sufrió a nivel nacional una profunda crisis, que igualmente se fue notando en la parroquia, aunque han sabido mantenerse fieles y activos en todos sus compromisos al servicio de la parroquia.
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