BCCCAP00000000000000000001343

FRATERNIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASIS (1929) 137 Ministerio con el mundo obrero. Un extraordinario apóstol de la causa de los obreros fue el P. Venancio de Huarte Araquil. Ayudado por otros hermanos de la Fraternidad, reali– zaron muchas actividades en favor de esta clase trabajadora. En primer lugar, la creación de la "Hermandad Obrera ele Acción Católica" (HOAC), con el fin de imbuir de espíritu cristiano el mundo del trabajo. Durante muchos años los militantes de este movimiento católico de Torrero lucharon valientemente por defender la justicia y los derechos de los obreros. Se prestó una atención pastoral a los obreros de la RENFE; se dieron clases a obreros y aprendices; y periódicamente, conferencias en diversas fábricas de la ciudad, entre ellas, "Fundiciones Ebro", "Caitasa", "Rico y Echeverría", "Talleres Mercier", "Escoriaza y Garde", "La Veneciana", "Explosivos Guardo", "Talleres Guiral", "Minas de Utrillas", etc. Las Conferencias de San Vicente de Paul. Esta asociación estuvo presente desde los primeros años en que los capuchinos llegaron a Torrero, derramando abundantes ayudas a personas y familias necesitadas. La espiritualidad de esta asociación se centra totalmente en el amor al pobre, a ejemplo de su patrono San Vicente de Paul. Después de la guerra civil, su actividad fue mucho más necesaria y eficaz en esta barriada. Comedor para niños. Aunque ya en el año 1932 se estableció en la escuela una sencilla cantina para dar de comer a niños pobres, esto fue provisional. Fue el 13 de marzo de 1941 cuando nacieron los comedores gratuitos de San Antonio para calmar el hambre de los niños de familias pobres. Colaboró desinteresadamente en esta obra la Srta. Teresa Yus, quien estuvo al frente de esta tarea hasta su desaparición en la década de 1960. Diariamente se daba de comer a un centenar de niños, total– mente gratis, recibiendo del barrio y de la ciudad el apoyo económico que hacía posible mantenerlo. La Escuela Hogar. Se fundó el 23 de febrero de 1941 con la finalidad de proporcionar a las obreras la doble instrucción religiosa y doméstica. Unas cincuenta jóvenes se reunían todos los jueves. Al servicio y anima– ción de esta escuela siempre estuvo la rama de la Juventud Femenina de Acción Católica.