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136 PRESENCIA NUEVA (1929-1998) También los capuchinos se hicieron cargo en estos díJ.s del cuidado espiritual de una prisión en la que se alojaban prisionercs vascos. Eran unos 350 y ocupaban la escuela "Luis Vives". Cada domingo se les cele– braba la eucaristía y se les confortaba con la predicación. 8. ACTIVIDAD SOCIAL. La postguerra trajo para esta Fraternidad de San Francisco dos acon– tecimientos importantes: La creación de una nueva iglesia dedicada a San Antonio y la necesidad de luchar contra la pobre:a y problemas sociales de la gente del barrio. Los capuchinos desde el principio construyeron en Torrero una capilla pequeña y provisional, pensando siempre en la edificación de otra más amplia y cercana a la ciudad. Pero los años eran difíciles para acometer esta empresa. Sin embargo, todo se realizó com::i una gracia de Dios. Tras la guerra civil española, el gobierno italiano ace;:,tó el proyecto del capuchino P. Pedro de Varzi, capellán de las tropaE de Italia, que pretendía edificar una iglesia con un gran mausoleo donck residieran los restos de los italianos muertos en la guerra. La obra se llevó a efecto y los capuchinos firmaron un :::ontrato por el que se comprometían a cuidar del mausoleo italiano y des:irrollar el culto de la iglesia. El 25 de julio de 1945 quedaba inaugurada h nueva iglesia, y al año siguiente, quedaban abiertas las arcadas y torre mausoleo, y también los religiosos ocupaban el nuevo convento, situ.:_do en el paseo Cuéllar 10-18. En el próximo capítulo daremos más cetalles de este acontecimiento. ¿Qué iba a suceder con la pequeña capilla del barrio? La condición impuesta por el Obispo diocesano de Huesca el 10 de fobrero de 1941 para que se admitiera la nueva iglesia edificada por los italianos, era la de no abandonar la antigua residencia, a fin de que no quedua perjudicado el barrio de Torrero. En consecuencia, la comunidad capuchina fue distribuida entre las dos casas: Cuatro religiosos en la anti;;ua y quince en la nueva, pero formando una sola Fraternidad. La vieja capilla de Torrero, aunque mermada en perf.Onal, continuó ofreciendo sus servicios espirituales. Algunas de sus ohas apostólicas pasaron a residir al nuevo santuario. Y finalmente, el año 1948 esta Fraternidad recobraba su independencia y quedaba constituida en comu– nidad separada de la nueva de San Antonio, sin que por eso sufrieran quebranto las cordiales relaciones y la colaboración muto de hermanos. Otra consecuencia de la postguerra fue el aumento de la pobreza en este barrio de Torrero, lo cual motivó a los capuchinos a comproneterse en obras de apostolado social. Vamos a recordar algunas de las más significativas.

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