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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 79 • El padre Felipe de Epila recibió el hábito en 1768. En 1783 marchó a las misiones de América, trabajando durante 32 años en Cumaná, Venezuela. Regre– só a España en 1815 obligado por la revolución y murió en Epila, el 6 de octubre de 1832, a los 80 años de edad. • Otro santo y gran apóstol capuchino fue el padre Miguel de Epila. Brilló por su espíritu de oración, penitencia y austeridad. Lleno de celo apostólico, marchó por varias partes del mundo a predicar el evangelio. Después de haber trabajado en los campos de Sierra Leona y del Brasil, volvió a su Provincia de Aragón, donde murió el año 1680. 8. La Ley de Desamortización y abandono del convento En el año 1835, con motivo de la Ley de Desamortización, el convento fue abandonado, apoderándose el Estado de todo lo que tenía. Durante muchos años el convento quedó destinado a viviendas para familias pobres, a quienes el Ayuntamiento les permitía acogerse en él. A principios de este siglo, el convento era propiedad de la familia apellidada Guallar, quien en 1907 lo vendió a la Congregación de Religiosas de Ancianos Desamparados. 9. Situación actual del convento En toda la villa es muy conocida la calle «Cuesta de Capuchinos», cuyo nom– bre oficial hoy es calle Calvario. Junto a ella está el convento capuchino. Su direc– ción exacta es la siguiente: Asilo de Ancianos «Ntra. Sra. de Rodanas». Calle Paños 1. Epila. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados llegaron a Epila el 20 de marzo de 1889. Celebraron con gran solemnidad el centenario de su presencia en esta población el año 1999 y, con este motivo, publicaron los siguiente datos: En un principio se instalaron en un edificio derruido al que se denominaba «Hospital Viejo». En agosto de 1907 se trasladaron a la Casa Convento de Capu– chinos, previo pago de 19.000 pesetas. En la actualidad es un edificio funcional, con grandes salas de estar, jardines, huerto e iglesia. Residen 60 ancianos de ambos sexos, atendidos por siete Hermanitas. A lo largo de estos cien años, han pasado por el asilo 756 ancianos y 160 reli– giosas. En el pórtico del edificio, se conserva una plazoleta, con una cruz de piedra en el centro, del tiempo de los Capuchinos. La estructura de lo que fue Convento, iglesia y huerta de Capuchinos se con– serva en su estado primitivo.
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