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62 CONVENTO DE BARBASTRO 1. Fundación de los Capuchinos en Barbastro La llegada de los los capuchinos coincide con un siglo XVI 1, en que según los historiadores, Barbastro vive una época de crisis en que la población que conta– ba con casi 5.000 habitantes sufre un descenso notable. No obstante, en el aspecto religioso, sigue floreciente. Además de la Catedral, existían cuatro con– ventos de religiosos y uno de monjas clarisas, y dieciocho ermitas. Los datos históricos de la fundación de los Capuchinos en Barbastro los pro– porciona con toda exactitud el célebre historiador Capuchino padre Ramón de Huesca, en su obra Teatro Histórico de las Iglesias de Aragón, Tomo IX, Pág. 316- 317. Dice lo siguiente: 11 La fundación de este convento se debe a la solicitud del Padre Fray Pedro de Barbastro, en el siglo Zatorre, varón insigne en virtud y letras, quien des– pués de haber enseñado la teología muchos años en la Universidad de Hues– ca, tomó el hábito de Capuchinos en la Provincia de Cataluña, y fue uno de los fundadores y Provincial de Aragón. Por su medio y eficacia se habían fun– dado los conventos de Zaragoza, Tarazana, Calatayud, Huesca, Caspe y Pam– plona. Siendo Comisario General vino a Barbastro, y habiendo impetrado las licen– cias necesarias del Sr. Obispo Don Juan Moriz de Salazar, del Cabildo y de la ciu– dad, para fundar en ella un Convento de la Orden, tomó posesión el 11 de octu– bre del año 1608 en la iglesia de San Hipólito, con asistencia de los Canónigos, que concurrieron a esta solemnidad con hábitos de coro, de los Jurados y Con– cejo de la ciudad, de los Prelados de los conventos y de la Capilla de Músicos, que cantó el «Te Deum», de todo lo cual testificó acto Pedro de las Ortigas, Nota– rio de los de número de esta ciudad.' 11 2. Construcción del nuevo convento De forma provisional estuvieron algunos años los Capuchinos en esa resi – dencia de la iglesia de San Hipólito, hasta que, como cuenta el Padre Ramón de Huesca, «Micer Gracia, uno de los caballeros más distinguidos de Barbastro, y muy devoto de los Capuchinos, les donó graciosamente una heredad rica para construir el convento con su huerta. Puso la primera piedra de los fundamentos el mencionado Sr. Obispo en el día 8 de enero de 1610, y el 26 de mayo del año siguiente, bendijo la Iglesia dedicándola a Ntra . Sra. del Pilar, y dijo la primera misa». l. Ramón de Huesca, Teatro Histórico de las Iglesias de Aragón, Tomo IX, Pág. 31 6- 317.
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