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36 CONVENTO DE CALATAYUD "El convento primitivo de los capu– chinos fue una parte de las cuevas que confrontan con las eras del camino de la Soledad, según la opinión común".r 11 Durante los primeros años, los Capuchinos vivieron provisionalmente en una cueva, situada debajo del pairón de San Vicente, en los hiladores, fuera de la puerta de Zaragoza o de Somajas, como se llamó en la edad media. Allí construyeron las celdas, dormitorio, igle– sia, refectorio, cocina y demás oficinas para una Comunidad. Allí vivían metidos entre las cuevas, como unos ermitaños en el desierto. En cualquier momento estaban expuestos a una tragedia, a consecuencia de un posible desprendi– miento de aquellos peñascos salitrosos, que todavía se conservan. Primer convento capuchino de Calatayud constituido en las cueJJas del monte. 2. Visita del General de la Orden, san Lorenzo de Brindis En la primavera de 1603, el General de la Orden Capuchina San Lorenzo de Brindis, visitó este convento de Calatayud, excavado entre las peñas y a él se le atribuye el prodigio que allí se realizó, según cuenta el padre Ajofrín: "Llegó el Santo al convento de Calatayud, que entonces estaba fundado sobre unas peñas que hay sobre la misma ciudad; y viendo el varón santo la incomodi– dad de los religiosos, lastimado de su triste situación y peligro en que vivían, mandó en nombre de Dios a aquellas peñas que, sin detrimento de los religiosos, se fuesen deshaciendo, hasta dejarlo inhabitable y mejorasen de sitio. "iüh prodigio! Después que el Santo les intimó el precepto, se vio claramente que se iban abriendo y desgajando aquellas, en ocasión y modo que no ofendí– an a los religiosos, atribuyéndolo todos a milagro ... "Habían salido los religiosos a la ciudad a una procesión, y al volverse al con– vento, se desgajó de repente un peñasco, que en lo natural debía caer sobre los religiosos, y con la ruina total de ellos; pero, impelido por virtud divina, fue a l. Manual o Lucero del convento de Capuchinos de Calatayud. Contiene su fundación, destrucción y reparación y otras noticias curiosas. Lo comenzó a escribir el P. Fray Vicente de Agón, año 1815. Se conserva en el Archivo Provincial de los Capuchinos de Pamplona, en la sección Varia.