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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 31 mandó en virtud de la santa obediencia a los Padres Capitulares que rogasen al fundador quitase aquella novedad escandalosa del convento de Tarazana. Obe– deció el Capítulo y aprobó el siguiente decreto: "Que se deje el convento de Tara– zana, si el Arcediano no quisiese desistir de la pretensión que tiene del entierro perpetuo, y si no quita la estatua de mármol que puso en la capilla mayor de la iglesia de dicho convento".'3 1 Informado el Sr. Ortí de cuanto pasaba, admiró el celo del Santo General y se avino a retirar la causa del escándalo. El fundador Don Miguel de Ortí fue sepultado en la iglesia del convento capuchino, con una lápida que decía: «Patrón y Fundador de esta Iglesia y Monasterio, el cual se acabó de fabricar el año 1603; vivió sesenta y tres años. Murió a 3 de mayo de 1616. Rueguen a Dios por él» 3. Noviciado de la Provincia de Aragón Durante varios años este Convento de Tarazana fue el Noviciado de la Pro– vincia de Aragón y de él salieron santos religiosos, como Fray Francisco de Pam– plona, Tiburcio de Redín, que ingresó en el Noviciado de Tarazana el 26 de julio de 1637 y se distinguió por su humildad, por sus austeras mortificaciones y, en especial, por su celo apostólico que le llevó a fundar la misión del Congo y Cumaná. Igualmente, hicieron su año de noviciado y profesión en la Orden Capuchina algunos de los célebres misioneros de Cumaná (Venezuela) como Lorenzo de Magallón, Francisco José de Jaca, el venerable y extraordinario misionero José de Carabantes y Francisco de Tauste, nacido en esta villa zaragozana de _Tauste y bautizado en ella. Se llamaba Miguel Torralba de Rada. Dice la partida de bautis– mo: «Miguel Torralba fue bautizado el 28 de marzo de 1626, hijo de Miguel y María de Rada. Fueron padrinos Joan de Torralba y Orosia Conde, celebrando la ceremonia el sacerdote Juanario Liberte, según consta en el tomo 4, folio 159. Escribió una obra lingüística titulada: «Arte y vocabulario de la lengua de los indios chaimas... acomapañada de un catecismo». Durante varios años ejerció el cargo de Maestro de novicios el Padre Pedro de Aliaga, cuya doctrina quedó resumida en su famoso libro «Modo de bien obrar», publicado por primera vez en 1684 y varias veces reeditado. "La perfec– ción, dice Pedro de Aliaga, no consiste en llevar una vida en sí perfecta, sino en vivirla bien; no en hacer muchas obras, sino en hacerlas bien. Lo importante es "obrar lo que Dios quiere y como Dios quiere". Este es el objetivo de todo el 3. Actas Capitulares, Fol. 11 y 12. Citado por Celestino de Añorbe en 'í\ntigua Provincia"...