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214 CONVENTO DE SAN ANTONIO DE PADUA En cambio, el convento capuchino, que se inauguró en 1946, es propiedad de la Orden. 2. Centro de formación para la orden capuchina La Provincia capuchina de Navarra-Cantabria y Aragón gozaba en aquella época de un espléndido florecimiento vocacional y los seminarios resultaban pequeños e incómodos. Por estos motivos, el Definitorio provincial de la Orden acordó con fecha de 13 de abril de 1947 el traslado a Zaragoza de los dos cursos 3° de Filosofía y 1 º de Teología que tenían su centro de formación en Estella. Este acuerdo se realizó al comienzo del curso 1948-1949. Pero esto no era más que el comienzo. Los Superiores de la Provincia capuchina veían la necesidad de unificar todo el estudio de la Filosofía en un único centro. El lugar más apropiado era la Fraternidad de San Antonio de Zaragoza. El "Libro de Crónicas" del colegio dice: «El 6 de septiembre de 7957 se inauguró en el convento de San Antonio de Torrero de Zaragoza el nuevo curso de Filosofía y Ciencias." Los primeros cursos llegaron a sumar cerca de 60 jóvenes, atendidos por un grupo de religiosos educadores. Su presencia se hizo notar en forma positiva en lo que se refiere al culto de la iglesia. Con las voces más elegidas se constituyó una buena coral, dirigida por el P. Enrique Azpilcueta, que solemnizaba con sus cánticos las misas dominicales y las novenas de San Francisco, las Animas, la Inmaculada y San Antonio. También tuvieron actuaciones de prestigio en la Basí– lica del Pilar y otras iglesias con motivo de fechas memorables. Este seminario de Filosofía se mantuvo hasta el año 1972 en que fue traslada– do al convento de Tudela. Afin de dar una utilidad social a los locales que había ocupado el seminario, durante unos años fue destinado a residenda de universitarios, procedentes de diversos pueblos. Corría el año 1979 cuando el Superior provincial, P. Rufino Grández, con el fin de impulsar la pastoral vocacional decidió crear un Seminario Menor para capuchinos aragoneses en esta Fraternidad de San Antonio de Zaragoza. Por aquellas fechas todavía seguía funcionando el seminario de Alsasua (Navarra), pero a los niños de Aragón y especialmente a sus padres, no les agradaba la idea de desplazar a sus hijos pequeños tan lejos del hogar. Para poner en mar– cha este seminario fue designado como director el aragonés P. Luis Longás, acompañado de los religiosos José María Fonseca y Luis Javier Carlos. Con los años, a pesar de las campañas vocacionales, este grupo de seminaristas arago– neses fue disminuyendo, hasta que llegó el momento de la clausura el año 1987.