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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 189 • "La Adoración Nocturna". Esta asociación tiene como objetivo el fomentar la adoración y culto a la eucaristía. El 12 de marzo de 1963, se hizo la primera adoración nocturna con la presencia del P. Miguel de Artajona, capellán.1 41 • "La Hermandad Parroquial". En el mes de julio de 1966 se constituyó la Hermandad Parroquial en la que, mediante el pago mensual de una cuota voluntaria, se hacía gratuitamente todos los servicios parroquiales, como bautizos, bodas, funerales, aniversarios y cualquier documento que fuera necesario expedir en el despacho parroquial. Esta Herman– dad tuvo muy buena acogida por parte de los feligreses, de tal manera que en poco tiempo llegaron a pertenecer a ella 1.074 familias. Era una forma nueva de colabo– rar económicamente con los intereses y proyectos de la parroquia. • "Cáritas Parroquial". Al crearse la parroquia, era indispensable que se pusiera en marcha la ucári– tas Parroquial{/, que sería el organismo principal para responder a los problemas económicos de los feligreses. Se reunían todos los lunes y atendían con verdade– ro amor fraterno a los que acudían solicitando ayuda por motivos de enferme– dad, atrasos de alquiler de pisos, necesidades de alimentación y ropa, etc. Junto a esta entidad caritativa seguían funcionando las {/Conferencias de San Vicente de Paulu, visitando y ayudando a familias necesitadas. • 'Atención a los enfermos" Los capuchinos seguían fieles a ese carisma de atención a los enfermos. El primer viernes de mes, dice el cronista, que en el año 1967, venían a la parroquia los niños y niñas de los colegios para confesarse y comulgar. Se organizaban tres misas especiales a la mañana para ellos. 11. Construcción de la nueva iglesia y residencia de San Francisco. Hacía tiempo que los capuchinos deseaban convertir la primitiva capilla de San Antonio en una amplia iglesia capaz de servir con más comodidad al nume– roso público que acudía a los actos de culto. La Orden poseía un solar bastante amplio en el que podía construirse perfec– tamente esa nueva obra. Incluso se podría vender una parte del mismo para financiar este proyecto. 4. Archivo del convento capuchino de san Francisco de Zaragoza, Libro de Crónicas, tomo 11, Pág. 189.