BCCCAP00000000000000000001342

182 CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS EN ZARAGOZA • Asociaciones piadosas Fueron muchas las asociaciones que nacieron en aquella pequeña iglesia, dirigida por los capuchinos. Por ejemplo. Los Jueves Eucarísticos, Cofradía del Santísimo Sacramento, Pía Unión de San Antonio, Cofradía de la Virgen del Car– men, Cofradía de la Buena Muerte, Escolanía de San Antonio, etc. • Movimientos de formación cristiana y apostólica La catequesis a los niños. 1 'El día 25 de enero de 1931 da comienzo la cateque– sis de niños 1 con la cooperación de varias señoritas de la ciudad y del barrio". Movimiento de Acción Católica. El 1 de enero de 1934 nació la Juventud Masculina de A. C. de Torrero 1 ' y más tarde, se crea la Juventud Femenina de Acción Católica. A las cuales se añadieron las ramas de Mujeres y Hombres de Acción Católica. Está multitud de jóvenes animó las eucaristías y otras actividades pasto– rales. Participaban activamente en diversas obras como la catequesis de niños, visitas a los enfermos del hospital, ayuda en el "Comedor Infantil", y hasta crearon "escuelas nocturnas" de formación. 7. Obras culturales Al mismo tiempo que florecían todas estas varias asociaciones religiosas en torno a la capilla de San Antonio, también hay que hacer mención de otras obras culturales y sociales al servicio de las necesidades del barrio. • Centros de educación. El día 4 de octubre de 1929 los capuchinos inauguraban en sus locales con– ventuales una sencilla escuela. Los niños admitidos eran de siete a ocho años y pertenecían a la parte derecha del canal. La enseñanza se impartía en forma gra– tuita, aunque tenían que pagar 5 pesetas al matricularse para gastos de material. En aquella escuela unitaria comenzó a sonar durante muchos años la voz joven del maestro Clemente Colón, cuya labor y entrega educativa durante cua– renta años le hace digno de los mayores respetos. Junto a este benemérito pro– fesor estaba Fray Lorenzo de Híjar. La comunidad religiosa sufragaba los gastos de la enseñanza, material y pen– sión de los profesores. El Ayuntamiento ayudaba con la cantidad de 3.000 pese– tas mensuales. Muchos son los niños que se beneficiaron de esta escuela, reci– biendo junto a su formación humana la instrucción religiosa para ser buenos cristianos. Con el paso de los años los capuchinos transformaron la Escuela de San Antonio en una 11 Escuela de Patronato» 1 subvencionada por el Estado, y animó al grupo de profesores a crear la 1 Academia de San Antonio 11 • Se instaló en la finca