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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS DE ZARAGOZA (1929 - 2004) 175 Aunque titularnos a este convento con el nombre de San Francisco de Asís, es preciso observar que comenzó llamándose Tonvento de San Antonio de Padua", y con este nombre figuró durante muchos años hasta que al ser la iglesia erigida parroquia, cambió su nombre por el de San Francisco de Asís. Por eso, a fin de evitar confusiones con la nueva Fraternidad de San Antonio de Padua, creada posteriormente en el paseo Cuéllar de Zaragoza, emplearemos el nombre que hoy tiene: Tonvento de San Francisco de Asís'~ l. Contexto social y religioso de Zaragoza Cuando los capuchinos tuvieron la oportunidad de poder regresar a Zarago– za el año 1928, el panorama de la ciudad era muy diferente al que hoy contem– plarnos con admiración. Por aquellas fechas Zaragoza contaba con unos 300.000 habitantes, y estaba rodeada por un cinturón de pobreza y marginación de cuatro barrios. Por el norte, los barrios de Jesús y del Arrabal; por el sur, el barrio de Torrero; al este, la barriada de San José y de Cuber; y por el poniente, el barrio de las Delicias. Junto a la pobreza de las gentes que poblaban estos barrios, estaba presente la frialdad o indiferencia en cuestiones religiosas. Zaragoza contaba, a pesar de su gran población, con sólo 15 parroquias, enclavadas en la zona centro de la ciudad, por lo cual, se comprende que los barrios estuvieran poco atendidos espiritualmente. A esto hay que añadir que la misma ciudad pertenecía en el aspecto eclesial a dos Diócesis: La de Zaragoza, a la que pertenecían la mayoría de las parroquias, y la de Huesca, a la que únicamente pertenecía Santa Engracia, cuyo territorio se extendía hasta el final del barrio de Torrero. A la labor parroquial de estas parroquias se unía el servicio de las Ordenes e Institutos Religiosos. Por aquella época en Zaragoza estaban presentes diecinue– ve Institutos de religiosos, dedicados casi exclusivamente a la enseñanza, ya que dirigían once colegios. Ypor parte de las religiosas, había doce conventos de monjas contemplativas, veinte de enseñanza, treinta dedicadas a la beneficencia, cinco de diversas actividades y otras siete iglesias de culto.

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