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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 151 • Fomento de la devoción a la Virgen La presencia de la comunidad capuchina en el Santuario de la Virgen de Cogullada sirvió también para fomentar el culto y devoción a la Virgen. Los miembros de la Cofradía se sintieron orgullosos e incluso les apoyaron. llegando a firmar el 28 de enero de 1693 la "Concordia otorgada entre el Definitorio Gene– ral de la Orden de capuchinos de la Provincia de Aragón y la ilustre Cofradía de Ntra. Sra. de Cogullada'~ Por esta nueva capitulación, que se otorgaba sin perjui– cio de las anteriores, ambas partes se obligaban a nuevos acuerdos, entre los cuales destacamos el siguiente: "Como la Cofradía no tenía capellanes propios, se establece que la Virgen per– manezca en la iglesia del convento para que pueda recibir mayor culto de los frai– les, sin que la Orden tenga ningún tipo de posesión sobre ella, ni sobre ninguno de sus ornamentos, }acallas, lámparas, mantos, etc". isi Toda la Orden capuchina sentía una especial predilección por la Virgen María, especialmente por la Inmaculada Concepción, sobre todo en los siglos XVII y XVIII. Los sábados celebraban la misa votiva de la Inmaculada en forma solemne, y también cada sábado se hizo general el terminar el día con el canto de la "Salve" y el de los "Gozos" ante la Purísima. Los predicadores capuchinos iniciaban sus sermones con el saludo: "Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar y la Purísima Virgen María, concebida sin pecado original". Por eso, no es de extrañar que el Santuario de la Virgen de Cogullada se viera cada día más lleno de fieles devotos que llegaban de la ciudad a unirse al culto y alabanzas a la Madre de Dios, a confesar humildemente sus pecados y a partici– par en las celebraciones litúrgicas, que organizaban los capuchinos. Omitimos más detalles de la vida fraterna, predicación y actividades apostóli– cas de este convento de Ntra. Sra. de Cogullada por ser muy similares a las que hemos narrado en capítulos anteriores. En el retiro de este convento fue escrita la gran obra de nuestras historias eclesiásticas aragonesas Teatro Histórico de las Iglesias del Reino de Aragón por el padre Lamberto de Zaragoza, los cuatro primeros tomos, y el padre Ramón de Huesca, los siete restantes. 4. La ley de Desamortización y destino del convento Ante la ley de Desamortización del 11 de octubre de 1835, los capuchinos tuvieron que abandonar este convento y la huerta. Sus tierras fueron vendidas y el convento e iglesia quedaron en manos de la incuria y el abandono. 8. María Isabel Oliván Jarque, Cogullada", o.e., Pág. 12.

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