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sus constituciones, que, no obligando a culpa, contenían, no obs– tante, según declara Humberto de Romanis, once estatutos sub mortali ( 39 ). b) Otros argumentos. Ademús de estas razones aducidas por Esquivel para de– . mostrar que san Francisco no impuso obligaciones grnves, existen otras tal vez de mayor consistencia. 1 ° Inobservancia de los preceptos en vida del Fundador. Consta por las primitivas leyendas franciscanas que muchos descuidaban poner en práctica lo mandado por el Seráfico Padre : luego no es creíble que tantos estuvieran en pecado mortal. Parece no puede negarse el hecho, pues los primeros en oponerse al Santo eran a veces los mismos superiores, que deseabrm aligerar en ciertos puntos los estatutos regulares ( 40). Algunas de esas desobedienctas tenían como objeto materia que hoy obliga gravemente; por ejemplo: el número de prendas de vestir. Cuenta Celano que el Santo « execrabatur vestitos triplici– bus et qui prneter necessitatem mollibus utebantur in Ordine .., Denique nulla vult occasione plures duabus tunicas jratres ha– bere.,, Exquisitos pannos horrere iubet et contraria jacientes acerrime coram omnibus mordet » ( 4,1). Al tratár de este asunto, dice el P .Cipriano Crousers de Amberes, tomándolo de las crónicas antiguas, que el Fundador predijo las grandes relajaciones en los vestidos, admitidas más tardé en la Orden, de modo que sólo en el color se diferenciarían los empleados por sus hijos de los usados por los ricos del mun– do. Cuando tal suceda, prosigue san Francisco, quedaré satis• fecho si se abstienen, a lo menos, de cometer pecados mortales. La razón de tolerar esos abusos se debía a que no los conside– raba como esenciales, lo cual difícilmente se comprende si en– tonces obligaban sub mortali, ya que sin su observancia no po– dían salvarse los frailes menores ( 42 ). Prescindiendo de la credibilidad que se merese esta predic– ción concreta, narrada por escritos de fuente tendenciosa, lo que se debe admitir es la inobservancia de alguna norma impor– tante ante la presencia del Fundador; (39) · Ibídem, vol.U, Romae 1889, p.53. (40) CELANO, Vita secunda, n.188, p.237s; Speculum perfectionis, c.41, p.'/3s. (41) CELANO, Vita secunda, n.69, p.172s. (42) CYPRIANUS CROUSERS ANTUERPIENSIS, O.F'.M.CAP., Lectiones paraenetic;;;c ad Regulam Seraphici Patris S.Francisci, Coloniae Agrippinae 1625, p.97. 41