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2. San Francisco no pensó en imponer obligaciones graves. Señalábamos en el apartado primero que el autor que con mayor ardimiento ha defendido hasta el presente la no obliga– toriedad en conciencia de Ia Regla ha sido el fran.ciscano espa– ñol Antonio Esquivel en). a) Argumentos de Esquivez. Fundamentó su argumentación en un dato para. él cierto: el Seráfico Padre no deseó. prescripciones sub mortali en su norma de vida. Tres razones lo evidencian: su idea,1 evangélico, su caridad, su prudencia,: 1 ° Ideal evangélico de san P:mncisco. Fué el Santo Patriarca el primer expositor de· la Regla, al afirmar que Dios le había revelado el género de vida evangélico que debía llevar, que en pocas palabras lo hizo escribir y que el Papa lo había confirmado ( 22). Con. esta frase de su Testa– mento quiso manifestar que el evangelio es la única pauta para los frailes menores. El no añadió ni quitó nada. Copiándolo, pues, literalmente, ¿cómo es posible que intentara obligar suci gravi en puntos que con certeza no revestían tal carácter parn los apóstoles, aunque usó Cri.sto a veces términos preceptivos? Temeridad es en los religiosos interpretar esos mandatos sub mortali, como lo hubiera sido en los apóstoles con respecto a los de su Maestro. Por lo demás los Papas y expositores son del mismo parecer (23). Podráse rechazar con seguridad algunas autoridades cita– das por Esquivel o, a lo menos, la interpretación que de ellas ofrece. Mas siempre permanece irrebatible la base de su racio-• cinio : el deseo inmenso de san Francisco por la observancia Ji.. teral del mensaje predicado por Cristo. Su Regla Primitiva ( 1209-1210) constaba de un simple en" garce de textos evangélicos, a los que « pauca quaedam alia in• seruit, quae ad uniformem vivendi modum necessaria 1Jidebcm– tur » (24). Lo mismo afirman Celano, los 'Tres Compañeros y Julián de Espira (25). Idéntico criterio persigue en las Reglas de 1221 y 1223, en el Testamento y en otros muchísimos lugares: (21) ESQUIVEL A., Exposición chronohistóricct de la .Reqla de N .S .P .S .Francisco. Obra póstuma, edite.da por BAZAGUOHIASCUA J.M., OY.M., Chile, Imprenta del Estado Chileno, 1820. (22) Ibidem, p.33. (23) Ibídem, p.33-37. (24) S.BONAVENTURA, Legenda maior, c.3, n.8, p.M9. (25) OELANO, Vita prirna, n.32, p:25; Legenda Trium sociorum, n.5l, p,41'1; IULlA· NUS DE SPIRA, e.e., n.21, p.844. 37