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cripciones; hacen voto de observarla absolutamente. Por eso no añaden en la profesión las palabras Vivendo in obedientia, sine proprio et in castitate, obligándose así los franciscanos a su Regla prout nos obligat ipsa sibi, es decir, los consejos como con– sejos, las exhortaci:ones como exhortaciones, los preceptos como preceptos. Por lo tanto, en virtud de la profesión deben observar, por encima de los tres votos substanciales, algunas cosas más, o mejor, deben cumplir los dichos votos especificados por las pa.rtes que él llama integrantes y que se reducen a las observancias re– gulares, esto es, a lo mandado por la Regla.. Siendo diversas en cada una de las Ordenes, diversa ha de ser también la amplitud del voto al que aquéllas en última instanci,a se reducen ( 64 ). Para Hugo, tales observancia,s en la familia franciscana están constituidas a lo menos por los preceptos. Un ejemplo aclarara la doctrina. La pobreza extrema prometida por los Menores excluye la propiedad de todas las cosas y está reve,stida de diez cualidades, a las que nuestro autor denomina Insignia paupertatis. Entre ellas enumera la vileza y corto número de vestidos, ir descalzos, no cabalgar, no recibir dinero ( 65 ), y advierte que los religiosos individual y colectivamente se empeñan con voto ad observan– tiam insignium pa.upertatis ( 66) siendo claro que ésta obliga gravemente, ya que el voto sole 1 mne de pobreza, cual es el de los hijos de san Francisco, ninguna autoridad, ni siquiera la del Papa, por ninguna causa puede dispensarlo (67). Más aún, incluye entre los votos estatutos que no lo son, aun en el supuesto de admitir su. doctrina de los Insignia paupertatis, por ejemplo, el rezo del Oficio Divino, según lo dice en su De .flni-· bus pa.upertatis, lo repite en la Disputatio y lo confirma en la Expositio Regulae ( 68 ). En los mismos lugares parece que en– seña idéntica opinión respecto a la norma de no predicar sin los requisi.tos debidos. La posición de este autor resulta,, pues, ba,stante diáfana: el legislador san Francisco deseó que la Regla obli.gase sub inor– tali, y por eso ordenó emitir voto de observarla simplici.ter, pero tal como ella propone: los preceptos, como preceptos ; los con– sejos, como consejos; las admoniciones, como admoniciones. (64) lbidem, c.2, fol.34vb; De finibus paupertatis, p.285. (65) De finibus paupertatis, p,283. (66) Ibídem, p.288. (67) Ibídem, p.284. (68) lbidem, p.289; Disputatio, fol.132vb; Expositlo, c.2, fol.34vb, y más claramente en el c.6, tol.44vb, 105

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