BCCCAP00000000000000000001340
No queremos terminar el estudio del célebre moraÍista jesu.Íta sin exponer brevemente su pensamienot sobre las leyes puramente penales. Sánchez no trata ex profeso y orgánioamente la cuesUón de las leyes penales, pero manifiesta suficientemente su pensamiento al esvudiar el problema del valor moral de fas ,reglas y ca.n,stituciones reli– giosas 161 . En primer lugar, no hay duda alguna de que pueden existir y existen leyes oblrgatorias en conciencia, leyes puramente pernales, disyunhvas y mixtas, amonestaciones y ordenaciones memmente direc– tivas, Efectivamente; .los prelados y legisladores tienen poder para proponer, dirigir y aconsejar, para obligar bajo oulpa y bajo pena 162 ; más ,aún, toda la obligación de las leyes y preceptos depende del arbitrio y voluntad del superior compentente rna. La dificultad está en descubrir y distinguir práctiicamehte esa variedad de prescripciones humanas 164 . De todos modos, las leyes puramente penales, sean o no disyuntivas, no merecen el calificahvo de veJ.1dadems leyes 165 ; tampoco l,a pena corresporndiente tiene razón de castigo, sino de mera pena– lidad 166 . A diferencia de Sánchez, su contemporáneo Francisco Suárez (1548- 1617) nos ofrece tm tratado De legibus 011gánico, amplísimo y profundo, que constituye una de las obras más importau-~es y mejor logradas del Doctor Exim1o y, al mismo tiempo, un tratado clásico en la materia para teólogos, momlist·as y canonistas. Para el Doctor Eximio la voluntad del prelado o legislador es la forma intrínseca y el alma de toda ley o precepto y de ella reciben 161 Ibídem, t. 2, lib. 6, cap. 4, n. 11-14, p. 56; n. 47-70, p. 61-67. 16 2 Jbidern,, 7 n. 11, p. 56; n. 26, p. 58. rn 3 Ibídem, n. 25, p. 57 s. 1 01 lbiclern,. n. 57 s.~ p. 63. 185 lbidem, n. 13, p. 56. Más claramente se expresa al tratar del aprovecha– miento de los montes comunales: « An quando incolae non faciunt notabilem stragem in monte communi, vel quando duo oppida vicina habent sylvas, et oppi– dani unius soliti sunt caedere ligna ad invicem ex sylva alterius... : an sit saltem peccatum veniale. Quidam dicunt esse veniale. Ratio quia omnis lex iusta, etiam poenalís, obligat ad culpam. Item quia poena infligí inste nequit sine culpa: at transgressoribus inste infligitur poena: ergo... At verius est, non esse veniale, quia hae non sunt proprie leges, sP:d potius quaedam pacta conventionalía dísiunctiva, ut scilicet non caedant, vel si caedant, sint obnoxii poenae post damnationem, sicut etiam regulae D. Dominici non obligant transgressores ad culpam, sed ad poenam » (SANCHEZ T., Consilia seu opuscula moralia, Lugduni 1681, t. 1, lib. 1, cap. 5, dub. 1, n. 21 s., p. .'17). 168 ÍDEM, De praeceptis decalogi, t. 2, lib. 6, cap. 45, n. 11 y 13, p. 56.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz