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sidad no estén los religiosos obligados a él ( 69). Ya en la Re– gla I había advertido que cuando estuvieran los frailes en ne– cesidad les era lícito comer de todos los manjares, pues la ne– cesidad no tiene ley ( 7O) . Ha parecido a ciertos expositores que la palabra mani– fiesta da a entender que los ayunos de los Franciscanos son más rigurosos que los de la Iglesia y que, por lo tanto, se requiere causa mayor para dispensarlos o para creerse excusados. No fué tal el pensamiento de los primeros comentadores. Los Cua– tro Maestros dicen : « Et intelligenda est haec necessitas non uno modo, sed multis. Contingit enim necessitas comedendi aliquando ratione aetatis, aliquando ratione infirmitatis vel debilitatis, aliquando ratione laboris, aliquando ratione de– / ectus sustentationis )) ( 71 ) . Hugo de Digne repite la doctrina casi con idénticas palabras y termina : « Necessitas dicitur ma– nifesta, quando indigenti vel discreto cuilibet intuenti et maxi– me praelato dubia non exsistit )> ( 72). Por su parte san Buena– ventura tampoco da margen a interpretaciones excesivamente estrechas ( 73 ) . Ni pudo ser esta la mente del Fundador interpretada por la Regla y por el derecho regular vigente en aquel entonces. Quienes han defendido la interpretación rigurosa de la ley franciscana en este punto no han considerado tal vez suficien– temente que fué el Santo amplísimo en lo que concierne a los ayunos y que no quiso minimizar nada en ellos dando ancho campo a la libertad evangélica y estableciendo implícita pero claramente que su observancia debía estar regida por las mismas normas que estaban en vigor para los de la Iglesia. No puede (69) « Tempore vero manifestae necessitatis non teneantur fratres ieiunio cor. porali >> (Regula II, c.3, p.66). (70) « Et quandocumque necessitas S1Upervenerit, liceat universis fratribus, ubictUI1que fuerint, uti omnibus cibis, quos possunt homines manducare... Similiter etiam tempore manifestae necessitatis faciant omnes fratres de eorum necessariis, sicut eis Dominus gratiam largietur, quia necessitas non habet legem » (Regula I, c.9, p.38). (71) QUATUOR MAGISTRI, Expositio super Regulam, c.3, p.139. (72) HUGO DE DIGNA, Expositio Regulae, c.3, fol.53r. (73) ce Tempore vero manifestae necessitatis, scilicet vel propter infinnitatem gravem, vel propter virtutem in labore inevitabili adeo deficientem, quod labor incumbens de necessitate aliter perfici non potest, non teneantur Fratres ieiunio corporali » ( S.BONAVENTURA, Expositio super Regulam, c.3, n.8, p.409b ). 24