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- 115 - car "como diz la lection". Berceo ha dicho que María es el mástil en que se erigió la serpiente de bronce, la vara de Moisés y la vara o bastón de Aarón; respecto a la primera figura, ni San Bernardo ni ningún autor que nosotros conozcamos ve en ella simbolizada a Ma– ría; en la vara de Moisés, el Doctor Melifluo afirma categóricamente que está figurado Cristo, aunque da pie para que retorzamos el argu– mento y veamos representada también a María, como la habían vis– to autores anteriores; es precisamente en la vara de Aarón donde coin– ciden San Bernardo y Berceo y no sólo en el contenido, sino incluso en la expresión, de tal manera que, si prescindimos del matiz interro– gativo (obsérvese que se trata de una interrogación retórica), podemos considerar la frase romance como una traducción literal del texto la– tino. De ahí que el traductor confiese con sinceridad que eso es así "como diz la lection". Distinta explicación piden los dos últimos versos de la estrofa 31 que rezan así: "Las flores son los nomnes que li da el dictado A la Virgo María, madre del buen criado" (C 31cd), así como aquellos otros que añade más adelante: "Mas serien los sus nomnes que nos della leemos Que las flores del campo del mas grand que savemos" (C 42cd). ¿Cuál es el dictado?, ¿dónde ha leído tantos nombres?, ¿se re– fiere a algún manuscrito que no ha llegado hasta nosotros? Prescindiendo de lo hiperbólico de la expresión, nos limitaremos a abrir el libro de los Milagros de Nuestra Señora, en el XXI, por ejemplo, que nos habla de la abadesa encinta y que nos puede dar la clave. En este milagro a María se le nombra de la siguiente ma– nera: Estrella de la mar (C 501b), Sancta Regina, salut e medici– na (C 515ab), Sennora (C 520a), Sennora benedicta (C 522a), Ma– dre del Rey de gloria, Reigna de los cielos (C 523a), Reygna corona– da, templo de castidat, fuente de misericordia, torre de salvedat (C 526ab), Madre llena de bendición (C 528b), Madre del Rei de ma– gestad (C 529c), Virgo gloriosa (C 533a), solaz (C 539d), Virgo Ma– ría (C 540b), Madre (C 541c), Virgo coronada (C 564c), Sancta Ma– ría (C 569b), Ama (C 581b) y, por supuesto, la Gloriosa (C 521b ... ). Otros nombres aparecen a lo largo de la obra, pero tenemos con esto más que suficiente. • ¿No podía, por lo tanto, Berceo referirse con el nombre de dic– tado al texto de los Milagros, en el que leía tantos nombres de la Vir– gen María?

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