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- 109 - Sería ingenuidad afirmar a rajatabla que la alusión clarísima a la "puerta oriental", de Ezequiel (61), "Ella es dicha puerta, en sí bien encerrada, Pora nos es abierta, pora darnos la entrada" (C 36ab), la haya tomado de San Bernardo, por el mero hecho de que el santo las aplica a María, por lo menos en dos ocasiones (62), como también lo sería negar esa posibilidad apoyados en que dicha figura pertenecía al patrimonio común desde que un San Juan Damasceno, o un San Ambrosio, o un San Jerónimo la mencionaron en sus escritos (63); ma– yor parentesco encontramos en las expresiones "Esti prado fue siempre verde en onestat" (C 20a) y la paralela de San Bernardo "Sic virginis alvus floruit, sic inviolata, integra et casta Mariae vís– cera, tanquam pascua aeterni viroris..." (64), así como también en aquellas otras "lllesa, in corrupta en su entegredat" (C 20d), de Berceo e "Intacta conciperet, et pareret incorrupta" (65), de San Bernardo Pudiera ser que el poeta hubiera nombrado por azar entre las "aves que organan entre essos fructales" (C 26a) no a los Padres que más se distinguieron en los loores de la Virgen, sino precisamente a San Agustín y a San Gregorio, quienes, junto a San Ambrosio, eran los preferidos del Abad de Claraval. Lo que ya no nos parece tan casual es que el poeta riojano no se mueva con tal seguridad en la misma línea ideológica del Santo sin conocer sus obras o buena parte de ellas. Precisamente San Ber– nardo es considerado como el doctor de la mediación mariana (66) por la amplitud, precisión y claridad con que aborda este tema. (61) Ez 44, 1 ss. (62) SAN BERNARDO: Sermones de Santos, En la Purificación de la Virgen Ma– ría, 3, en Obras Completas, vol. 1, pág. 635. Id., Id.: En el domingo dentro de la octava de la Asunción, en Obras Completas, vol. 1, pág. 730. (63) Summa Aurea, I, pág. 15-16. (64) ML 183, 42. "Así floreció el seno de la Virgen, así las entrañas intactas, íntegras y castas de '.'1[aría, como prado de eterno vi:;rdor ... ". 1 SAN BERNARDO: Sermones de Tiempo, En el Adviento del Señor, 2, 4, vol. 1, pág. 165. (65) ML 183, 61. "Concibiese intacta y diera a luz incorrupta". SAN BERNARDO: Homilías... , 2, 1, pág. 192. (66) RoscHINI: La Madre de Dios, Madrid, 1955, pág. 603.
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