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- - ' . ' . ., . (14). f. CARMELO )lE ÍTURGqYEN ,59 Pero todo ello, ·encarnación, nacimiento, vida entera, muer.te y redención como medio 'al fin, a Jesucristo redentor, primer predestinado, objeto· primario y supremo. del acto creador, único' capaz de· dar una gloria infinita a Dios, gloria que constituye su único y supremo motivo. 3. • Mirada retrospectiva. l. - Siglo XII y XIII. La fórmula hipotética,: «Utrum · si -homo non peccasset, Filius Dei incarnatus fuisset », a(iquiere. carta de ciudadanía en el m11,ndo de la teología. · No voy a narrar en este lugar lo que es ya sabido de todos, los origínes del problema debatido desde el escritor griego Isaac de Nínive (s.VII)· hasta su introducción en el campo teológico en los siglos citados. El teólogo franciscano J.F; Bonnefoy escri– bió en 1954 sobre el tema un trabajo inmejorable y sus conclu– siones son atinadísimas y definivas-(28). De ellas se desprende lo que también se desprende de cuanto llevo dicho anteriormente. Fueron desgraciadísimos el planteamiento del problema y la forma hipotética, con que hizo su introducción en la teología, /puesto que empequeñeció, trasladando al terreno de la hipótesis, sin trascendencia alguna, el problema del Primado universal y absoluto de Jesucristo, una de las bases fundámentales de la teología católica. Mas aún, hizo imposible la solución del pro– blema (29.), como lo ha demostrado la historia de la teología (80). Basta· consultar los escritores de los sigÍof;! XII y XIII cita– dos por el mencionado J.F. Bonnefoy (31), para darse cuenta de que apenas dan importancia al problema, de que no hay uno si– quiera que descubra· bajo aquel epígrafe desgraciado Utrum .si homo. non peccasset, el problema del Primado de .Jesucristo, y menos todavía el del cristocentrismo. No faltan entre ellos quienes pretenden mover.se en el te- , rreno de la realidad y se preguntan, si Jesucristo tuvo, al encar– narse, algún otro motivo o fin que la redención del género huma– no; mejor dicho, si para la encarnación hubo alguna otra razón o conveniencia fuera de la redención. Así escribió Al~jandro de (28) Me refiero a la ya citada monografia La, questián k11potkétique, in. Re'IJ. Esp.Teol. 14 (1954), p. 327ss. (29) Cf. J .F, BoNNEFOY, La, question kypotkétique, loe. cit., p; 327. (30) Cf. ibid., p. 329s. (31) Cf. ibid.·

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