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dé'c~a9ión, sí~ de'lin· gran··én:questañor; que·frena..su ·inventiva.·co~ ~m". posi1;()J:'; · parar no' deformar el teíná." ·. . ··. · . ' · · · Lá pugna ·no ·es· nueva; Recordemos ·las luchas de los· compositores ·ru.;; sos, ·las de los germanos, etc., J)or presentar su obra creadora de forma ,U?i'– Versal,· cosmopolita, frente a los contrarios que abogaban por una muSicll. nacionalista de énfasis mundial. Al fin y al cabo unos y otros nos han dado figuras de renombre in– ternacional, aunque es verdad que los universales o cosmopolitas· están en– .terrando poco ,a wco. ~n el olvido a los nacionalistas, haciendo buena la aseveración de Antón Rubinstein: · "Todo ensayo de creru.· música nacionáJ no conduce más que a. un re- sultado: el desastre." Analizando la historia de nuestros músicos, ¿de quiénes podemos decir que figuran de aigima manera en las tablas universales?, ¿no son precisa– mente los. que huyeron del nacionalismo? Anchieta, los detecla (Oxinaga, Larrafi:aga, Eguiguren...), Eslava, OOrriti, Arrieta, Ravel, Remacha, Ber– naola, De Pablo... Los "folklóricos", aunque "en casa" sean los más queridos, quedan postergados; si bien los Usandizaga, Guridi... se QSoman al escaparate mundial en tanto en cuanto se universalizan. ¿ Tratamos con esto de decir que debemos dar un plumazo al pasado y olvidarnos de él? No, en absoluto. Quisiera emplear las palabras más delicadas y atinadas para dejar ca– da cosa en su sitio. "Lo popular es intocable, y en ello radica la pureza de su tipismo, de su belleza," (Larrauri.) .: Para Fernando Remacha, director del Conservatorio de Pamplona y, se– gún Tomás Marco, el mejor compositor de la generación de la República ·("generación dispersa"), no hay problema: "Hoy se puede seguir tratando el folklore.; la cuestión está en el cómo. ·Lo que hacen Ber:naola •Y De Pablo es música universaL Para hacer músi– ·ca va.sea, hay que proponérselo." Según esto, tendríamos que atenernos a las constantes que nos da el folklore vasco, de las que nos habla Escudero, para poder hacer "música vasca". Pero sólo con e,ste principio estamos reduciendo el concepto de lo vasco -a una etapa histórica de pocos siglos, a los que pertenecen las me– lodías-madre. ¿Y lo que fue el vasco antes? «Mi "Etzpatadantza." no busca las fuentes de inspiración en siglos atrás, sino en milenios.>> (Larrauri.) ¿Y lo que el vasco ha de ser en los siglos por venir? El hombre es un recién nacido. "Si la existencia del universo pudiera resumirse en un afio, el hombre a.parecería en el último cuarto de hora del 31 de dj¡ciembre." (De Pablo.) Pretender, pues, presentar al vasco como algo genéticamente hecho, es un error de bulto, cuando podemos decir que se halla en su infancia y con toda la vida por delante. ¿Hacia dónde vamos? Vistas así las cosas, queda claro que el inmovilismo es un pecado. Pe– ro, ¿hacia dónde vamos? O, más bien, ¿hacia dónde nos están llevando? · El mundillo musical se conmueve y tiembla con las tendencias de úl– tima ho:!'a. •· Esto no es nada nuevo, puesto que siempre que se renovaron las artes, sufrieron artistas y aficionados. Pero siempre importa más y tie– ne mayor novedad la vivencia del momento. ---13.;.;...
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