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Sumarios de la regla franciscana 21 en fin, equipolentes o equivalentes; no son preceptos ni poseen su fuerza obligatoria, pero equivalen a ellos 74 • Dentro de este modo común de pensar, hay quienes sólo hablan de preceptos eminentes (los más), quienes distinguen, en este grupo, entre praecepta e inhibitoria, pero en la enumeración concreta no los separan 75 , y quienes teóricamente los distinguen y prácticamente los separan 76 • .Por último, también se encuentran autores o ediciones que, ha– ciendo caso omiso de esta triple distinción, distribuyen los preceptos por categorías de religiosos (superiores, predicadores, frailes en ge– neral) 77 o por su carácter positivo o negativo 78 • En cuanto al orden, todos colocan en primer lugar los pre– ceptos eminentes o expresos. La uniformidad termina aquí, pues son muchos los que, siguiendo la doctrina del ministro general Gonzalo, proponen después los equipolentes 79 , mientras otros, en número muy crecido, hablan primero de los virtuales 80 , por contener en sí más categoría de fuerza impositiva. Si nos atenemos al número, dentro de la unidad substancial que se observa en las ,ediciones y en los expositores, por lo que mira a la materia en ellos contenida, observamos un policromado abanico de opiniones'. Algunos piensan que en la norma de vida franciscana se hallan sólo veinticuatro; no incluyen en la categoría de tales, ni los tres votos substanciales, comunes a todos los reli– giosos, ni la promesa especial de obediencia al papa y a la Iglesia Romana, ni triplican el mandamiento de la obediencia debida a los superiores, ni duplican el precepto del ayuno, ni concretizan en nu– merosas obligaciones el último de los equipolentes 81 • Otros muchos afirman que son veinticinco, añadiendo, o los tres votos comunes 74 Así los Sumarios I. II. III. IV. 75 Recuérdese la doctrina propuesta por Antonio de Córdoba. Véase el texto correspondiente a la nota 37. Cf. art. cit., 16 (1975) p. 394. 76 Véase el Sumario II. 77 Véase el Sumario V. 78 Así, Félix de Porreta. Véase el texto correspondiente a la nota 49. 79 Véanse los Sumarios I y IV, las ediciones de la regla números 38. 40. 48-52. Art. cit., p. 411-412; 424-415 y Leandro de Murcia, o.e., p. 2-4. 80 Véanse los Sumarios II y III. 81 Por ejemplo, HILARIUS PARISIENSIS, Regula fratrum minorum, Lugduni– Parisiis 1870, p. 337-343; Prn DA BENEVENTO, Catechismo della regala, Benevento 1905 [ = 1906], p. 11s.; ARCANGELO DA BARLETTA, Brevi istruzioni sulla regala, Ma– glie [s. a.], p. 4-6; BERNARDINO DE SIENA, Exposición de la regla franciscana, Sala– manca 1956, p. 35s.

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