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Sumarios de la regla franciscana 39'1 2) deben examinarlos de la fe católica y de los sacramentos, de la iglesia; 3) díganles que vendan sus propiedades y se esfuercen en distribuir– las a los pobres; 4) si los candidatos les piden consejo .para la distribución de los bienes, envíenlos a personas temerosas del Señor, con el fin de que éstas les orienten; 5) después, concédanles el vestido de los novicios; 6) terminado el año de prueba, recíbanlos a la obediencia. En lo que concierne a los que ingresan en la orden 23 , los candidatos: 1) deben ser católicos; 2) si tienen mujer, debe ésta, o vivir ya en un monasterio, o con– cederles permiso para entrar en la fraternidad, una vez obte– nida la licencia del obispo diocesano y emitido el voto de con-· tinencia; 3) y además ser de tal edad que de ella no pueda originarse sospe– cha alguna; 4) si no pueden distribuir los bienes a los pobres, les basta con la buena voluntad; 5) dispongan libremente de sus bienes, según les inspire el, Señor; 6) no tengan mujer ( 24 ). Nuestro autor termina su tratadito declarando que las primeras palabras de la regla sobre la observancia del evangelio y de. sus tres grandes consejos, no es precepto, sino una especie de prólogo a la misma, que incluye cuanto ésta contiene: de hecho, la norma de vida franciscana parece tender únicamente a la observancia de los tres consejos evangélicos 25 • 28 Dice el autor: « Sequitur de conditionibus intrantium. Prima et in ordi– ne septima quod credant [...] Octava quod si habent ·[...] Duodecima et est secunda quod uxores non habeant » (GUNDISALVUS, Tractatus, h. lOOrv). No– sotros ponemos la numeración del 1 al 6, pues esta séptima parte del tratado de Gonzalo aparecerá más tarde dividida en dos, formándose así no siete, sino ocho grupos de disposiciones regulares. 24 Esta última condición, siguiendo la doctrina de Gonzalo, se trasladará después a su lugar propio, es decir, al segundo (véase la nota anterior). 25 « Illud autem regulae principium ubi dicitur Regula et vita minorum fratrum hec est, scilicet, domini nostri lesu Christi sanctum evangelium obser– vare vivendo in obedientia, sine proprio et in castitate, non est preceptum nec aliquod de preceptis septem differentijs mandatorum illo modo quo ibi tradun-