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OBLIGATORIFDAD DE LAS REGLAS EN LOS SIGLOS XII Y XIU Dentro de esta mentalidad escribíai Nicolás III, y por eso,. como sus predecesores, n.ada afirma explícitamente que demuestre la existel1iCia -de tal carácter jurídico de la legislación franciscana. Quten con palabras expresas y abiertamente lo proclama, es el úiti– ,m() documento pontificio, que puede referirse al siglo xm, pues recog.t: .y encauza su ambi.ente: la Bula E:ávi de paradiso, de Clemente V(108).. Nuevas luchas y más enoon.adas, sobre el, significad.o, la eitensi6n y el numero de preceptos dieron ocasión para intervenir de nuevo la Santa Sede, y quiso esta v,ez atajar desde sus cimientos las dudas, sobre todo las provocadas acerca de la batalladora cuestión del lá observancia. <le_l Evangelio y del número de obligaciones graves. Nuevamente declara que los fr.ailes menores no están constreñidos .sub mortaU a !a obsérvancia de todo ie:l Evangelio, aunque al principio de la legislación conste que la Regla y vida de los frailes menores oonr .i!iste en cumplirlo, viviendo en obediencia, sin propio y en castidad, y .al final se proclame que los franoisrcanos han prometido observarlo (109). Respecto del número de préoeptos, Clemente V se muestra también explícito. Gregorio IX e Inocencio IV habían declarada que los fraiíes ,estaban obligados a los consejos evangélicos que «praeiceptorie- vel inh¿.. -bitorie» estaban expresados en la Regla .(110). Nicolás III ·había decla:.: rado, además, que también estaban incluidos los mandados «~b v-erbis aequipollenbibÚS»· (1 u). Los t.res dieron, pues, normas generales; la di– iicultad estribaba ·. precisamente en conocer cuáles eran en concreto los contenidos en estas. últimas palabras, ya que sobre los mandados bajo .iel verbo prae 1 cipío no existía dificultad ninguna. Clemente V va determinando concretamente todas las prescripdones ,que en adelante se han de ten:er oomo preceptÓS, a fin de sosegar por <entero las conciencias. Más aún, declara explícitamente que las tráins. '.gresiones de los preceptos constituyen pecado mort)all (112). Sus prede– ~esores,. si bien sostenían en este punto la mb.sma d~trina, según se desprende del conjunto de sus respectivas Bulas, no lo habían expre".' -sado con palabras tan categóricas como Clemente V. 10.: De /iníbus paupertatts -(edl•ción de c. Fr.onovsKY en "Archlv:um Franctscanum H111tt!lricum", 5 [119•1.2] ), ,p!p. 2i8,3 ss., 1.),:8'8 s.•; s. BONAVENTURA, 'l. c., c. ,1, ,n. s. ,pp. 31l'3b-004.á; o. 2, n. 12, p. 401a; .conciumo, ,pp. 4.36ilH4\37,a; IoANNEs PECRAM: Canttcum Paup,eris (Ad Cilaras Aqu.&s, 11905), p. 20~1: .lb,: Tractatus Pauperis; c. 9, p. :1911 s. · . (,10:8) Usamos la. edM:ión de Seraphf.cae Legtslattonts textU8 ortgtnaites, ,pp. 2·29-·MO. · t10"9) Olemens. V: Exivt de paradtso, a. 1 1 p. 23,3, l!. · tttO) Gregorlus IX: Quo elóngati; p. ·2:2ilb; InnocentiU's 'IV: Ordtnem vestr:um; ,p. i3'8.a. c1 U) N!Coia.us U[: Exiit i¡ut semmat, a. t, n. s·, p . .fSil. (:11:2) Olemens. V: Exfvi de parradilio, ,a,, 3, ,pp. 2315•218i8; á. 2, n •. 2, p. 2:8,5•.· - 27...:.....