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10 En la misma casuística de 57 casos pro– cedente de Voluntarios Alemanes, 17 perte– necen a Shuaras que en la actualidad y des– de el año 75 - 76 han formado una pequeña comunidad de 42 familias, al sur de la Cen– tral Shushufindi. Todos sus miembros proceden de la provincia de Morona-San– tiago. Dada su implantación tan reciente en el Cantón Orellana puede presumirse que su patología procede de su lugar de origen. De esta manera podemos afirmar que, al igual que en el Nororiente ecuatoriano, en otras regiones orientales de nuestra Amazon ía, la Paragonimiasis puede consi– derarse endémica. 2. La distribución étnica de nuestra casu ís– tica: quichuas, 51,21 por ciento; colonos, 32,17 por ciento; shuaras, 20,73 por ciento; blancos, 0,48 por ciento, si tenemos en cuenta los diferentes grupos existentes y su reparto proporcional, confirma la impre– sión de que no existen preferencias raciales para esta enfermedad. 3. Los Sexos: hombres, 48,78 por ciento; mujeres, 51,21 por ciento están práctica– mente representados con la misma intensi– dad. 4. La distribución por edades ofrece un porcentaje mayor hasta los 30 años. Pero si recordamos que la enfermedad es conse– cuencia de ·una distorsión en las costumbres nutricionales, esta variación a favor de las edades tempranas es fácil de comprender. CUNICA DE LA ENFERMEDAD De la casuística presentada, sólamente la nuestra, la del hospital Franklin Tel10, con 22 casos, nos permite realizar un aná– lisis minucioso a partir de las historias el ínicas que poseemos. Todos los enfermos se presentaron en el hospital con una sintomatología previa de cierta duración - dos años de promedio - en que sobresalía la existencia de esputos hemoptóicos persistentes. Estos variaban en una gama que va desde el esputo acho– colatado, herrumbroso hasta el netamente hemoptóico. Muchos de ellos - 72,72 por ciento - no ofrecían otros síntomas y su estado general apenas estaba afectado. Esta es la imagen más clásica de la enfermedad, en la que conserva su especificidad, sin com– plicaciones sobreañadidas. En algunos casos la enfermedad adquie– re una imagen distinta, netamente impor– tante, a veces muy grave, que puede com– prometer la vida del paciente. Las compli– caciones encontradas en nuestra casuística fueron las siguientes: 1. Cuadros respiratorios agudos en 4 ca– sos. Se trataba de infecciones bacterianas sobreañadidas o de problemas mecánicos, por pleuritis exudativas importantes. 2. Pleuritis exudativas, en 5 casos (22,72 por ciento). Algunas de ellas muy impor– tantes que evolucionaron satisfactoriamen– te hacia la curación tras el tratamiento me– dicamentoso y las toracentesis indicadas en 3 de los mismos.

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