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Nehemias restaurar las murallas; y ponersus puertas dó"tadas defuertes cerroj~s. (Cfr Neh 6,1; 7, 1; Eccli 49, ,15). Así,excluídos de ella los profctJ ;J.OS, será una ciudad santa, y Dios bendecirá a sus !llorad_ores. "El ha .dado la paz a, sus confines, y la.ha saciadode rico y abundante trigo'\ es decir, la ha provisto en abundanda de cuanto necesita. Erá ·el ideal de la felicidad .para ·un· israelita : . el tranquilo ·dis- . frute de los bienes de este mtmdó, concedidos por Dios como premio de la fiel ..observancia de la Ley. Su· aplicación a la. liturgia eúcarística. Es por sÍ!llple acomodación: las· ideas de ese versículo, así como ·los ·términos en que se·. expresan, erati ·fácilmente aplicables a las realidades .eucarísticas ; y el .mis_mo contexto la favorecía. Jerusalén .es figura de la Iglesia {Gal 4, 26); y la j:nvitación que se 1é hace a alabar a Dios por las ·bondades· de que ha sido objeto, la toma obviamente ·.1a. Iglesia como hecha así misma por las maravillas aún mayores obradas en su favor por su divino Esposo Je¡mcristo. Con todo, el elemento determinante de la aplica– ción a la Eucaristía puede suponerse el término "ádeps frµmenti", que recordaba · espontáneámente el Pan eucarístico, trigo espiritual escogido, flor de harina mís– tica,que sacia las altr1as. "Non, dixit,absolute "frnmento'',ppserva S. Juan Cri– sóstomo, sed "adipe frumenti", magnam ostendens prosperitatem. Adeps enim frumenti, fructus fforem, .et .id quod ~st opimum significat" : y haciendo la ap1ica:. ción eucarística, :;i,ñade: "potest hoc etiam aliter accipi in ecclesia de alimento spi– ritua1i, quod nobis scilicet panem vitae dederit'' (f. G,; 55, 478-84). La paz, que se · menciona en el primer hemistiquio cuadraba a maravma a la idea eucarística suge– rida por el segundo, siendo la Eucaristía la fuente de la paz v~rdad~tá; por .contener · a Cristo, que es nuestra paz· (Eph. 2,t4). La aplicación la hace la, misma liturgia en la antífona 5.ª de Vísperas: "Qui pacem ponit fine.s Ecclesiae; fru~enti adipe satiat nos·Dominus". La Iglesia, figurada por Jerusalén, sabe que su divino Fun– dador le ha dejado, -como precirn,o legado, la paz: "La paz os dejo: mi paz· oí doy" (Jo. 14, 27): ✓Y aunque a renglón, seguido le, predice las persecuciones y el odio del mundo! EHa, apoyada ,en,Cristo,vencedor del mu11do, no perderá la paz. "Estas cosas qs he dichor les• advierteJesús., pará que en Mí tengáis paz: es verdad ' que e1 mundo os !lloverá guerra, pero t~ned cof!fianza, yo he vencido al mundo" (Jo. 16; 33). El, pues, ha asegurado la paz en los confines de .la Iglesia, haci~ndola invulnerable a los ataques de sus enemigos externos : y en el· interior i:nantierie a sus miembros anidos en el amor ,mutuo, inundándola de paz. Ya Isaías.habla ·de· un río de paz y de un torrente de gloria, que Dios hará correr por medio de J eru– salén (Is. 66, 12; cfr. 54, 13)~ préfigUrando así las consoladoras realidades del Nuevo Testamento. Y en. verdad, la Eucaristía rezuma ,paz. por todos· sus lados: por su materia, y por su contenido real ; como sacramento y como sacrificio. Su~. elementos materiales, el pan y el vino, "ad unumaliquid rediguntur ex multis. Namque aliúd inumitn ex multis granis conficitur ;. aliud in unúi;n ex multis acinis confluit'.' (S. Augustinus; Tract. 26 in J., ,P. L. 35, c. 1614). La unidad es fruto ~e la paz, y su expresión inequívoca. El pan y el vino eucarísticos, símbolos de unidad, son un llamamiento a la paz. Pero sobre todo fo, es :su contenido real : es decir, _Cristo, Dios y Hombre,,presente bajo las ,especies de pan y vino, que es el Dador de la paz. Como Sacramento, la Eucaristía no sólo opera nuestra unión .con Cristo, y afianza,nuestra paz con Dios, sino qlle es causa de la unión de todos. los cristianos en·un soló Cuerpo místico, con .Cristo por· Cabeza. "Un s.olo pan, un solo Cuerpo somos, siendi::vmuchos; pllesto que todos participamos. de aquel único Pan'', que es elCuerpo de Cristo (I Cór. ro; 16 s). Ahora bien, como entre los miembros del cuerpo humano no hay disensión, sinóperfecta armonía, así el efecto ..propio y natural de la Eucal'istia e~ causar la unidad del Cuerpo místico, y la paz, ! 360 [10]