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46 CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE El estudio que vio la luz en esta revista (Zudaire, 1989-90) dejo bien sentada la base sobre la que se fundamenta la apro– ximación técnica al tema y, por tanto, también este ensayo so– bre Guipúzcoa y su capital San Sebastian-Donostia. Las pre– vias publicaciones que abordaron el problema en algunas zo– nas de la susodicha Provincia (Zudaire 1978, 1981), sirven de prólogo y preámbulo a esta; ello nos exime de extendernos en explicaciones sobre conceptos ya aclarados. El ámbito geográfico queda definido por el territorio pro– vincial, coincidente con la actual diócesis de San Sebastian, incorporada anteriormente a la de Vitoria. El ámbito temporal es el que limitamos ya desde el inicio: el periodo de tiempo comprendido entre los años de 1918 y 1966, ambos inclusive, suficiente para poder seguir las rutas de la consanguinidad. El año 18, las relaciones y resúmenes de la actividad parroquial se fijaron de forma estandardizada y eficaz, y quedaron tipifi– cados los cuatro grados de parentesco para los cuales la dis– pensa eclesiástica era exigida y tramitada a través de los orga– nismos pertinentes del obispado; la severidad con que estos asuntos se trataban, certifica la fidelidad de registros. A medi– da que nos adentramos en la década del cincuenta y, sobre to– do, en la siguiente, adquiere mayor relieve, hasta constituir la mayoría en muchas feligresías, la aportación de los inmigran- tes a estos expedientes de dispensas matrimoniales, por lo cual el estudio comportaba una nueva significación, ajena al propósito inicial. Los grados de parentesco contemplados son: matrimonios de tio(a) y sobrina(o) carnales (novio(a) con la hija(o) de su hermano): de primos hermanos, de primos de grado desigual (novio(a) con la hija(o) de su primo hermano): y de primos segundos, que suelen denominarse, respectivamente de 3.º, 4.º, 5.º y 6.º (del derecho germánico), y que en las tablas los titulamos T.S., P.H., t.s. y P.S., en su orden. Se han celebrado bodas entre parientes de grado mas alejado que estos, pero han sido escasos, como comprobamos por los expedientes an– teriores al 18, y su incidencia en la densidad consanguínea es exigua; añádase a esto que desde ese año se omitió su regis– tro. A veces los contrayentes se hallan emparentados por do– ble línea, por ejemplo primos segundos por padre y madre; su descendencia, evidentemente, compartirá mayor homocigo– sis. Estos casos quedan advertidos en la localidad donde ten– gan lugar. Para su mejor comprensión, se analiza la Provincia en su conjunto y por arciprestazgos, departamentos eclesiásticos, muy congruentes, en general con las comarcas naturales; se comenta, ademas, la participación que en este capítulo corres- /Jk3cesis de SAN SEBASTIAN ' VIZCAYA ..··-¡-······--..\ .......... -1-. ····-T-...... L••.•_•. j r-······J ~ ¡ ~ : ··········--··-·---·1 ··~, ' J .................., ~A6i.i.l¡ ; ' ' ' ' ' ------· ' ' l. i ---=-~........ f ....... : ........ r······----t---·--·-:,J ..,......... : .,., ' -~ ...... ¡ ( ~ '-····-···'· ' ' ~¡ 1 .....~-----, ! ' ' NAVARRA

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