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62 CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE Difieren considerablemente las parroquias en su influencia sobre el declive: Aizarna pide sólo dos dispensas desde el 49; Aizpurucho, una; Aratz-Erreka, desde el año 30, una sola (1960); Arrona, cuatro desde el 44; Azkoitia, rebaja de 40 en la primera parte a 18; Azpeitia, de 27 a 12; Beizama despide totalmente el 48; Urrestilla, de 9 a 5; Vidania acorta una sola unidad. Se podría presumir mayor recorte en las villas mas populosas, pero no se debe dar al olvido la dispersión de un contingente amplio de sus moradores. Este distrito sobrepasa ampliamente las frecuencias provin– ciales, excepto en el grado de T.S.; la diferencia mas relevante es la de P.S. que casi dobla. La adhesión a la costumbre de ca– sar los parientes se confirma por los 56 expedientes del septe– nio precedente al 1918; se aprecia, con todo, una variación, y es que se produjeron mas de P.H. que de cualquier otro grado. VILLAFRANCA Comprendidas en este párrafo se hallan: Abaltzisketa, Al– zaga, Arama, Aratz-Matxinbenta, Ataun, Aya de Ataun, Bea– sain, Gaintza Idiazabal, Itsasondo, Lazkao, Legorreta, Olabe– rria, Ordizia (Villafranca de Ordizia) y Zaldibia. Las cuatro que encabezan la enumeración junto con Gaintza, no experi– mentaron considerable medra en sus habitantes; todas las de– más la tuvieron, destacan Beasain y Villafranca. Alzaga y Arama se citan entre los menores asentamientos de la Provin– cia, adema de estar muy dispersos; detalles estos que condi– cionan evidentemente la vida social, y de forma particular es– ta faceta que nos atañe de la celebración de matrimonios. Añádase a todo ello la morfología del terreno relativamente montuosa con hondas vallonadas. En estos años (1918-66) hemos acreditado 6345 bodas, so– lemnizadas en los diversos santuarios 743, mas del 11 %; y en 278, los novios eran parientes: 15 de T.S., 134 de P.H., 34 de t.s. y 95 de P.S. Por tanto en cada centenar de estos matrimo– nios, mas de 5 han sido de T.S. y 48, 12 y 34 de los otros tres, en su orden. Las frecuencias de los matrimonios emparenta– dos son, 4.38% la global o absoluta, desglosada así: 0.23% de 3.º, 2.11 % de 4.º 0.53% de 5.º y 1.49% de 6.º. Predominan sobre las otras tres modalidades, los matrimonios de P.H. (4.º), que casi numeran la mitad; los de P.S. suman un poco más de los dos tercios de los anteriores, y aunque a mucha distancia, tienen cierto peso los de 3.º y 5.º. Véase el diferente comportamiento de los pueblos: Abalcisketa, Aya de Ataun, Beasain, Gaintza, Idiazabal, Isasondo, Legorreta, Villafranca y Zaldibia siguen, con desigual intensidad, el tipo "A", (pri– macía de las uniones de P.H.); por el contrario Alzaga, Aratz– Matxinbenta y Olaberría se ajustan al opuesto (predominio de los P.S.), mientras que Arama Ataun y Lazkao igualan las ci– fras de ambos tipos. Aparte Ataun y su anejo Aya, por su ex– traordinario porcentaje, despuntan Alzaga (10.81 %) y Arama (10.34%), lo que se explica por su exigua dimensión y la fi– siografía regional. Gaintza, Idiazabal, Isasondo y Zaldibia to– can asimismo valores altos. Beasain, Villafranca y Olaberria, en menor grado, se han favorecido del fuerte incremento de moradores experimentado en los fines del periodo. Tabla XII. La zona ofrece aspectos singulares con referencia a la con- tinuidad de esta rutina nubia!. Parte con números muy altos, para declinar decididamente en la etapa posterior. Con el típi– co aspecto aleatorio, propio de estos fenómenos, encontramos durante la primera fase cotas altas o muy altas, salvo el año 35. Acumulados los datos por trienios, los tres primeros se mantienen por encima del 9%, y los tres siguientes alrededor del 7%; el trienio subsiguiente a la contienda civil aún se mantiene alto, pero preludia el declive, más pronunciado ha– cia las fechas últimas. La pequeña perturbación provocada por los registros de los años 51, 53 y 56, se desvanece tenien– do en cuenta la agregación de los inmigrantes; el contaje de enlaces consanguíneos se acorta claramente: durante el últi– mo tercio, los expedientes son menos que la mitad de los ha– bidos en el primero. Los cuatro grados colaboran, en distinta medida, a tal recorte: el de T.S. sólo cuenta 3 dispensas, des– de el año 49, los P. H. se reducen casi a la tercera parte, los t.s. a menos de la mitad; los P.S., aunque disminuyen ostensi– blemente, lo hacen en menor proporción. Dado el gran incre– mento de uniones inventariado en el decenio final, podía es– perarse que la frecuencia absoluta estuviera por debajo del 1 % en mas ocasiones. Tabla XIII. Singular es también la diversidad de comportamiento de las villas. Abalcisketa apunto su último proceso el ano 42, cercenando su alto porcentaje radicalmente; Arama lo hizo desde el 48; Alzaga reparte los 8 matrimonios de familiares atípicamente, cuatro en el comienzo y cuatro al final; en Aratz-Matxinbenta todas las ocurrencias, menos una en 1961, se dan del 18 al 29, años en los que la frecuencia era superior al 10%; Ataun, cuya servidumbre era muy alta (43 dispensas desde el 18 al 35) mengua a la tercera parte, quedando total– mente libre en los últimos cinco anos; Aya no es tan drástica en su corte; Beasain repliega a la mitad; Gaintza cuenta dos casos desde el 50; Idiazabal mermó parejamente a Ataun; Isa– sondo suma en la fase final la mitad que en la primera; en Lazkao no se aprecia diferencia de comportamiento; Legorre– ta sólo añade dos expedientes en el último término; Villafran– ca, de mas extraño comportamiento, no sólo no aminora sino que amplia el número, debido en parte a los inmigrantes agre– gados; Zaldibia presenta cinco apuntes, en los finales, frente a 13 del inicio. Los parentescos complejos son poco frecuentes: uno de 4. 0 y 6. 0 , en Alzaga (1958), dos de 4. 0 doble en Ataun (1929 y 1939), uno de 5.º y 6.º en Beasain (1931), uno de 4.º doble en Idiazabal (1940), uno de 3. 0 y 5. 0 Isasondo (1955) y uno de 5.º doble en Villafranca (1958). El arraigo de esta pauta matrimonial lo confirman las 67 uniones consanguíneas contabilizadas en los 7 años preceden– tes (1910-17). Esta área se halla muy por encima de las cotas provincia– les, 4.38% y 2.75% correlativamente; sin embargo, su influjo sobre los resultados provinciales no es muy prominente: ape– nas disminuirla en dos decimas la frecuencia absoluta de la Provincia, si dejáramos de lado este arciprestazgo. ZUMARRAGA Este arciprestazgo, cuña entre las cabeceras de los ríos De-

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