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54 CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE mencionadas, el porcentaje se eleva a 5.11%. El comparta– miento diferencial de los barrios es patente: Aozaraza, Bedo– ña y Santa Agueda tienen media baja o muy baja; Apozaga (7.69%), Arcarazo (3.03%), Bolibar (5.98%), Galartza (3.84%), Garagartza (5.66%), Goronaeta (6.00%), Guellano (3.57%), lsurieta (12.50%), Larrino (5.88%), Marin (9.25%), Mazmela (3.63%), Mendiola (10.52%) y Zarimuz (6.45%) al– ta o muy alta. No se puede insistir demasiado en el problema aislado de cada centro porque las cifras barajadas son muy cortas, sino más bien en el conjunto. Los poblados al sur del meridiano de Aretxabaleta exhiben cifras altas, excepción de Salinas y Aozaraza; los situados al norte, lo contrario. Son muy pocos los matrimonios de parentesco complejo: Uno en Bolibar (1945) de 4. 0 y 6. 0 , uno en Garagartza (1945) de 4. 0 doble, uno en Isurieta (1949) de 4.º doble, tres en Mondra– gon, de 6. 0 doble (1942) d~ 5.º y 6.º (1959) y de 4.º doble (1962). Tabla N. El incremento de los casamientos en este territorio durante la última fase, contribuye considerablemente al descenso de los índices de frecuencia; especialmente resolutorio es este fenómeno en Escoriatza, Aretxabaleta y, sobre todos, Mon– dragon que casi duplica las partidas. Por el contrario los nú– cleos menores varían poco. Los enlaces consanguíneos van reduciéndose con el progreso de los años como se ve en la Tabla V, siendo los del último periodo, dos tercios de los del primero; el cambio es mucho más que en otras zonas. Tres grados menguan fuertemente: el T.S. que desaparece, el P.H. queda en menos de la mitad, y el t.s. que le sigue; por el con– trario los P.S. no merman ni una unidad; parece que esta mo– dalidad es mas fácilmente aceptada que las otras y persiste con singular porfía. El tipo deja de ser "A" evidentemente, gi– ro que pesará mucho en el coeficiente de consanguinidad. Las frecuencias, como consecuencia de ambos movimientos, ha– cia arriba los matrimonios y hacia abajo los emparentados, sufren una gran minoración. En los 18 años que corren del 18 al 35, doce sobrepasaron el 4%; y en cambio dos nada más lo hicieron en igual lapso de tiempo, al final; ocho fechas no lle– gan a 2%, y cuatro no registran expediente alguno; se entien– de que si el porcentaje fue para la primera parte 4.97%, que– dara en 1.71% para la postrera. Arcarazo, Bedoña, Galartza, Guellano, Larrino y Mazmela inscribieron sus dispensas antes del año 25; Aozaraza el 31; POBLACION M.C. T.S. P.H. t.s. P.S. T.M. ADUNA 144 HERNANI 62 3 31 6 22 2415 IGUELDO 11 7 1 3 290 LASARTE 12 1 4 4 3 844 ORIO 33 11 6 16 666 URNIETA 20 1 14 5 452 USURBIL 16 10 2 4 593 Total 154 5 77 19 53 5404 Zarimuz desde el 41 y Marin desde el 47 finalizaron con el tema; lsurieta desde el 49; Bolibar desde el 50; Apozaga, uno en cada periodo; Arenaza uno al principio y otro al final; Go– ronaeta dos y uno; Mendiola, por el contrario, uno y tres; Sa– linas, los dos en los años de guerra; Santa Agueda el único re– gistro el 46; Uribarri el 30 y el 52; las tres feligresías mayores tienden a retener la costumbre, Aretxbaleta apunta seis de sus siete casos, después del 40, Escoriaza prácticamente los dis– tribuye similarmente, y Mondragon tantos en la primera co– mo en la final, 19 en cada una, si bien un tercio de los últimos proceden de la inmigración. El grado de homocigosis dismi– nuye mucho más rápidamente que la frecuencia absoluta, de– bido a la persistencia del 6.º, al declinar los otros. Al compararlo con el valor provincial se advierte que lo supera ligeramente y, por su dimensión, apenas lo modificaría en una centésima tan sólo, si se suprimiera. MARGEN IZQUIERDA DEL URUMEA Incluímos en esta sección, desmembrada del tradicional ar– ciprestazgo de San Sebastian, Aduna, Hernani, !gueldo Lasar– te, Orlo, Urnieta y Usurbil, todos de tamaño pequeño a medio, salvo Hernani, que a los inicios del periodo estudiado, rondaba los cinco mil habitantes. El incremento de la población ha sido muy considerable en Hemani, Lasarte, Orio y Usurbil; poco perceptible o nulo en Aduna, !gueldo y Umieta. Los matrimonios firmados en los libros parroquiales su– man 5.404, de los cuales 614 se solemnizaron en diversos centros. Los enlaces de emparentados ascienden a 154, co– rrespondiendo a cada uno de los cuatro grados en su orden, 5, 77, 19 y 53; en cada cien de estos casamientos poco más de 3 fueron de T.S., 50 de P.H., poco más de 12 de t.s., y 34 de P.S. La preponderancia del 4.º es patente, al punto de agregar tantos como los otros tres grados juntos, lo que confiere una nota peculiar a la zona. En términos de porcentaje implica que las uniones consanguíneas son el 2.84% del total, desglo– sado, a su vez, en 0.09% de T.S., 1.42% de P.H., 0.35% de t.s. y 0.98% de P.S. Como lo muestra la Tabla VI, todas las poblaciones, detentan mayoría de P.H.; se exceptúa Orio en que los P.S. exceden ampliamente a los otros. Hemani apunta 3, de los 5 T.S., Lasarte y Urnieta uno. Los parentescos com- Abs. T.S. P.H. t.s. P.S. 2.5673 0.1242 1.2836 0.2484 0.9110 3.7931 2.4138 0.3448 1.0345 1.4218 0.1185 0.4739 0.4739 0.3555 4.9550 1.6517 0.9009 2.4024 4.4248 0.2212 3.0973 1.1062 2.6981 1.6863 0.3373 0.6745 2.8497 0.0925 1.4287 0.3516 0.9807 Tabla VI. Margen izquierda del rio Urumea, del arciprestazgo de San Sebastián. Suma total y frecuencia absoluta y por grados de matrimonios consanguíneos

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