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140 CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE Subijana, Ullíbarri, Yurre y Zumelzu. Ali es el mayor sobrepasando los 300 habitantes; Armentia y Tres– puentes rondan los 200; los restantes entre este lími– te y el centenar. Los matrimonios suman 1568, con la adición de unos 220 celebrados en diversos puntos, fuera de su parroquia. Los consangíneos son 37: ninguno de T.S., 17 de P.H., 3 de t.s. y 17 de P.S., ; no domina ningu– na de las modalidades; el valor absoluto de la fre– cuencia es 2.36%, para 1.08 % de P.H. y de P.S. y 0.19% para t.s., decididamente por debajo de la media provincial. Entre las poblaciones encontramos algunos valores excesivos, debido al exiguo numero manejado: Zuazo (41.67%), Zumelzu (22.22 %), Mendoza (16.22%) y Margarita (13.33%); no cree– mos se debe insistir; Aríñez (8.82%) y Trespuentes (8.33%) son un tanto altos; Gomecha (5.26%), Hueto Abajo (4.34%), Hueto Arriba (4.55%), Legarda (5.26%), y Subijana (4.00%) sobrepasan un poco el valor medio; Asteguieta y Estarrona, tienen el más bajo con excepción de los doce lugares que no asen– taron ningún expediente; los demás oscilan suave– mente arriba y abajo del valor del área. T XXI. La variación a lo largo del período es la que podía suponerse a priori: se inscriben en la primera fase 17 enlaces de consanguíneos y 7 en la final; 3.94% y 1.01% son las frecuencias respectivas; y como lo vamos viendo repetidas veces, la modalidad de matri– moniar los P.S. encuentra menor resistencia y se pro– longa más adelante; desde el año 1949, solo un ejem– plar de P.H. se ha consignado, y es el decenio de los 50 el que establece definitivamente la declinación de la consanguinidad. En los años posbélicos se dispara el número de bodas y también el de emparentados. Aríñez, Estarrona, Foronda, Guereña, Hueto Abajo, Legarda, Margarita, Subijana y Víllodas deciden la disminución, al anotar únicamente en la primera mitad; Ali, Apodaca y Trespuentes uno en cada parte; Asteguieta al final, Gomecha y Hueto Arriba, en la mitad; Mendoza, 3 en cada sector; Zuazo retrasa el último hasta 1948; Zumelzu hasta el 53. La costum– bre no era más intensa en los años precedentes. Un solo registro de parentesco doble en 6º en Zuazo Vito– ria, en 1929. T XXII. ARCIPRESTAZGO DE LA RIBERA Esta circunscripción se ubica en zona singular entre Ribera Baja y Ribera Alta, limitada por dos carreteras, de Miranda a Vitoria y a Bilbao por Ordu– ña y por la provincia de La Rioja; también existen términos en zonas montuosas. Se alinean en este dis– trito: Antezana de La Ribera (An. Leciñana Oca), Anúcita (An. Lasierra), Barrón (An. Artaza), Basqui– ñuelas, Caicedo Sopeña, Caicedo Yuso, Cárcamo, Comunión, Estavillo, Fresneda, Hereña, Igay, Leci– ñana del Camino, Manzanos, Pobes (An. Paul), Quin– tanilla de la Ribera, Rivabellosa, Rivaguda (An. Lacorzana), Salcedo, Salinas de Añana, San Pelayo, Turiso (An. Molinillo), Tuyo, Villambrosa y Viloria (An. Arreo). Lugares de escasa población, de medio a un centenar, son Basquinuelas, Caicedo Sopeña, Hereña, Igay, Leciñana del C, San Pelayo y Viloria. Salinas de A. sobrepasa el medio millar y Rivabello– sa los 300 moradores; Arminón y Pobes los 200; los demás lugares quedan por debajo. El conjunto de bodas efectuadas es de 1845; en este número se engloban unas 145 realizadas en san– tuarios. Las asentadas entre parientes son 53: 26 entre P.H., 7 entre t.s. y 20 entre P.S.; no hay ninguna de T.S. Predominan los P.H. y juntos los otros grados solo le pasan en una unidad. Las frecuencias son: 2.87% global, 1.41% de P.H., 0.38% de t.s. y 1.08% de P.S. Esta modalidad difiere de la general provin– cial. Descuellan Cárcamo (15.38%), Igay (14.29%) y Basquiñuelas (10.00%); siguen Fresneda (9.09%), Barrón (8.69%), Caicedo Sopeña (7.50%) y Villam– brosa (7.14%); Rivaguda (5.38%), Pobes (5.17%) y Caicedo Yuso (4,65%), se elevan un poco sobre el valor medio; Salinas de Añana con Arminón ostentan las cifras más bajas, salvo naturalmente los que no anotan ni un solo registro, a saber, Antezana de L. R., Hereña, Quintanilla, San Pelayo y Viloria. T XXIII. El sesgo evolutivo ha sido muy marcado: en la primera fase se produjeron 28 matrimonios consan– guíneos; y en la última 12, siendo las frecuencias res– pectivas 4.07% y 1.07%; la disminución se vio ayu– dada un tanto por el acrecentamiento de bodas; en la postguerra decreció un poco el porciento, por la misma razón. A esta palmaria reducción contribuyó radicalmente el grado P.H., que de 16 en la primera parte descendió a 2 en la final; mucho menos colabo– ró el grado P.S. (de 10 a 7); por lo que el signo de la consanguinidad varió notablemente: predominio grande de P.H. en el principio, y de P.S. después. Valores muy altos sostienen tres años, 1918, 1932 y 1933; bajos lo hacen ocho y no hay ningún registro en 1920. Por el contrario, en la fase postrera, once fechas se encuentran libres, una (1962) aparece alta y tres tienden a subir. Como lo hemos advertido en otros distritos, la modalidad que se mantiene con mayor empecinamiento es la de los P.S. Difiere la participa– ción de los pueblos: Armiñón, Barrón, Caicedo Sope– ña, Caicedo Yuso, Comunión, Rivaguda los reparten casi por igual en las dos fases; Basquiñuelas, Fresne– da, Leciñana, Manzanos y Turiso, en la inicial; Anú– cita, Cárcamo, Estavillo, Igay y Rivabellosa hacia la mitad tardía, y Salinas, la mayor parte al inicio. El hábito de este tipo de matrimonios era muy semejan– te en los siete años precedentes en que anotan hasta l O expedientes. T XXIV.

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