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CONSANGUINIDAD EN ALAVA Y SU CAPITAL VITORIA DE 1918 A 1966 125 ARCIPRESTAZGO DE VILLARREAL Se localiza esta circunscripción como una cuña entre Cigoitia y Gamboa, internándose un poco hacia Vizcaya, a lo largo de la carretera Vitoria-Bilbao; se agrupan los poblados, parte alineados junto a dicha vía de comunicación, y parte en zona quebrada en el entorno de Aramayona; hay dispersión del caserío, sobre todo, en este segundo emplazamiento. Las parroquias consideradas son: Aréjola, Azcoaga, Barajuen, Echaguen de Aramayona, Elosu, Gánzaga, !barra de Aramayona, Miñano (An. Retana), Olaeta, Uncella, Urbina (An. Luco), Uríbarri de aramayona, Urrúnaga y Villarreal de Alava. Sólo dos de estas uni– dades no alcanzan el centenar de habitantes, Gánzaga y Urbina; Villarreal supera los 800 vecinos y los 500 Ibarra. El total de enlaces es de 1316, firmándose entre parientes 40 bodas; de las cuales 2 son de T.S., 16 son de P.H., 4 de t.s. y 18 de P.S. Se aprecia un ligero pre– dominio del 6º sobre los otros, quedando casi empare– jado con el 4º, mostrando originalidad respecto de otros distritos en la pauta consanguínea. Las frecuen– cias se fijan en 3.04% global, y 0.15 % de 3º, 1.22% de 4º, 0.30% de 5º y 1.37% de 6º. Cuatro poblaciones, Aréjola, Echaguen, Urbina y Uribarri no recogen nin– gún dato. Urrúnaga (11.29%) descuella por su alto por– ciento, síguele Olaeta (7 .69%); otras cinco localidades, Azcoaga (3.27%), Barajuen (3.77%), Elosu (3.44%), !barra (3.82%) y Villarreal (3.09%) superan más o menos levemente la media del término; Gánzaga, Uncella y Miñano tienden a rebajar los números. T XI Al avanzar el período, el desarrollo toma un sesgo interesante. En la fase inicial (18-35) se cuentan 24 dispensas, (11 de P.H.fy en la final (49-66) solo 11 (3 de P.H.), las dos de T.S. se registran en los comienzos; el 6º se conserva casi invariable en ambas fases, 8 en la primera y 7 en la última; es modalidad que encuen– tra más arraigo. Tres años no anotan ningún caso durante el lapso primero; y doce fechas son nulas en el final. Son frecuentes los valores altos hasta el año 1935; y escasos desde el 49, aunque destaque precisa– mente este año (15.00%). El porcentaje para estos dos tramos, es de 5 .00% y de 2.14% respectivamente; dis– minución no imputable al crecimiento de matrimo– nios, que es pequeño en esta área. Puede considerarse en franco declive esta pauta matrimonial a partir del año 1950. Es curioso que no se encuentre ningún caso en los cuatro años tocados de la guerra; la recupera– ción nubia! se inicia en el decenio de los 40. Barajuen, Elosu y Olaeta terminan pronto, Aréjola, !barra y Villarreal disminuyen un poco sus dispensas en la últi– ma parte; Urrúnaga inscribió la última en 1949; Urbi– na, una en cada sector; Miñano y Gánzaga, tardía– mente. El arraigo de estas modalidad de matrimoniar, lo confirman los doce expedientes tramitados entre 1911 y 1917, siendo los de P.H. los más socorridos. Parentesco complejo se dio en Urn:ínaga de 4º doble (1932) y otro en Azcoaga, de 6º doble (1949). T XII. ARCIPRESTAZGO DE CAMPEZO Sus núcleos se acogen en región de perfil montuo– so, a los dos costados de la carretera de Vitoria a Este– lla, al este de la Provincia, y comunicados en su mayor parte por vías muy secundarias, salvo Santa Cruz. Engloba las siguientes parroquias: Angostina, Anto– ñana, Bernedo, Bujanda, Lagrán, Navarrete, Orbiso, Oteo, Quintana, Santa Cruz de Campezo, San Román de Campezo, Urturi, Villafría y Villaverde. Bujanda y Villafría no alcanzan el centenar de habitantes, Santa Cruz supera el millar, Antoñana y Bernedo los 300 y el resto se mueve entre uno y dos cientos. En algunas poblaciones hay cierta dispersión del caserío. Los matrimonios contabilizados suman 1341, sien– do verificados entre parientes, 62. Y por grados de parentesco se distribuyen en 2 de T.S., 19 de P.H., 6 de t.s. y 35 de P.S. Esta última variedad cuenta más de la mitad del total. La frecuencia se expresa en 4.62% global, 0.15% de T.S., 1.49% de P.H., 0.45% de t.s. y 2.61 % de P.S. El modelo de consanguinidad es el más general en la Provincia, excediendo los P.S. al resto, acentuando marcadamente este exceso. Solamente Orbiso ha presentado expedientes de 3º, estando ausente esta variedad en el resto de la demarcación. Bernedo, Navarrete y Quintana no anotan caso algu– no; Angostina(20.69%), Bujanda(l l.54%) y S. Román (11.86%) ayudadas por la disminución pro– gresiva de bodas, alcanzan cimas altas; Oteo (9.68%) y Villafría (8.33%), en análogas circunstancias, siguen de cerca; Antoñana (6.73%) y Lagrán (5.60%) supe– ran la media de la zona y Urturi (4.26%), Villaverde (3.70%) y Santa Cruz (2.39%) no la alcanzan. T XIII. Hasta el año 1935, las frecuencias se mantienen altas (superiores a 7%) en ocho ocasiones; en tres fechas suman O; y el resto entre 3.12% y 5.25%. A pesar de los tres años vacíos, la media para estos años se mantiene en 5.46%; en efecto, de todos los con– sanguíneos, 25 se realizan en esta época, correspon– diendo el mayor número a los de 6º. En fase final (1949-66), apenas si desciende el cómputo total de parejas emparentadas en solo dos unidades, dando un valor de 4.61 %; la disminución ha sido casi insignifi– cante. La causa es el comportamiento de los P.S.; no solo no han disminuído, sino que aumentaron. Por el contrario los P.H. descendieron de 9, en la primera parte, a 3, en la última; los dos de T.S. se produjeron al principio. Ahora bien, aunque la tasa de consan– guinidad no disminuye apenas, sí lo hace el coefi– ciente por la menor cuota de 4º y 3º. Al parecer este impedimento de 6º encontraba mayor aceptación
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