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DE ORGANISTAS Y ORGANEROS EN NAVARRA EN EL SIGLO XVII personas y las mujeres «con sus dotes arras y conquistas y a todos con todos sus uienes assi muebles como rayces». 71 El precio estipulado era de 600 ducados, de los que 100 le entregaban al firmar la escritura y 150 para el día de Santiago. Laplaza no concluyó su trabajo para la fecha prevista; se encontraba sin recursos y no podía prose– guir su trabajo; por ello hizo una petición al vicario general para que les obligase a pagarle lo que faltaba, apoyándose en que se convino que la for– ma de pago implicaba darle los frutos primiciales «conforme vayan cayendo» o se vayan cobrando; de hecho le habían abonado ya más de 400 ducados en julio de 1625 y él debía haber terminado para la Navidad del año ante– rior; al no cumplir por su parte, la villa no se cree obligada a ayudarle más mientras no concluya su trabajo. Cristóbal Vicente Zapata No hay muchas noticias de este organero que es el único que recibe, en los documentos, el título de «maestro mayor de hacer órganos», lo que pare– ce indicar que gozaba de una categoría singular; en 1633 actúa como perito nombrado por la curia para reconocer y examinar el órgano construido por el italiano Guido Baldo Fulgencio en Milagro, dos años más tarde tomó parte en la tasación del órgano construido por Baquedano en Obanos, actividad que hemos mencionado, y en 1639 contrató el órgano para la villa de Cirau– qui; antes había hecho otro para Añorbe. No sabemos el lugar de origen. El órgano contratado es de los denominados «cuarto de órgano» que tienen como base el flautado de seis palmos y medio; no usa las trompetas reales ni cornetas, sino el ,c;amucado, muy frecuente en los organeros arago– neses y unas diferencias que llama Rituitui que no encontramos en ningún otro. Al pedir licencia para la construcción, el cabildo y vicario y primicie– ros hacen declaración jurada en que consta que «está sobrada la Yglesia en mas de trescientos ducados, sin obligaciones y que no hay obra más necesa– ria que el organo porque de todo lo demás está bien probeida y que la falta del organo es grande»; 72 el vicario se la concede pero con la condición «con– que ante y primero se presente a nos la eseª que hiciereis con el official que lo ubiere de hazer para que sepamos lo que aquel ade costar por mayor y menor». 73 El precio en que se ajustaron fue de 800 ducados; el tiempo que se tomó para hacerlo, dos años; el pago, 100 ducados al hacer la escritura para los materiales, y después de entregado el órgano, a 100 ducados cada [25] 71 Ibídem, fol. 5. 72 ADP C/ 407, núm. 4. 73 Ibídem, fol. 182. 531

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