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DE ORGANISTAS Y ORGANEROS EN NAVARRA EN EL SIGLO XVII a quien debía Baquedano. Entonces no aceptan la tasación de Zapata y del Río porque «no es justo que la Yglessia passe por tassacion semejante echa por interesados», «el dho Jacinto del Río era interessado en el organo y valor del, por el trato que tenia con el dho Lorenzo Lopez» y piden «se retasse de nuebo el organo a costa del dho Lorenzo lopez o Jacinto del rio atento no an cumplido con lo que aduierte el auto de tassacion en quanto a hacerle las puertas con sus lienzos y hauer cobrado toda la cantidad de que ay licencia». 65 Como el asunto tomaba mal cariz para ambos, se reúnen y deciden liqui– dar sus diferencias en 16.36: Baquedano debe pagarle a del Río setenta duca– dos, 20 por el material y 50 por el trabajo. Al parecer Galindo vuelve a informar, esta vez por escrito, poniendo reparos a los fuelles por pesados y grandes, insuficientes y ruidosos, a la «cañuteria» que lleva demasiada proporción de plomo y por ello es débil y presta al desafino, «las dukaynas son tardas en responder por lo qual no son buenas; el teclado esta mal y caído, los sonidos son agrios, y el secreto oculta defectos». Habían pasado dos años desde la tasación, y ambos orga– neros impugnan el informe negativo de Galindo porque «en este tiempo pudo tener alguna destemplanc;a el dho organo y urtado algun cañuto y aber echo las ratas algun daño por no estar en su p11esto» y además Galindo «ni es del arte porque solo se le entiende tañer el organo pero no de su balor ni es maestro de hacer organos». Impugnado el informe, todos acuerdan nombrar nuevos tasadores. 66 Pero los responsables de Obanos «por escusar pleitos y gastos inutiles» se pusieron en tratos con otro organero Juan de Maraya «offícal de toda aprobacion y como tal a echo otros organos en este reyno» que estaba dis– puesto a la ejecución de la obra aprovechando o quedándose con el anterior; y la iglesia «no puede passar sin organo por ser de bastante poblacion y ve– cindad y que los divinos oficios se celebran con toda suntuosidad». 67 Por razones que desconocemos no llegaron a formalizar contrato con Maraya, lo que aprovecha Baquedano para proponer rematar un órgano por 900 duca– dos. Se le descontarán los que ha cobrado y 100 más que ofrece como limos– na, 68 aunque ya procurará Baquedano que esta limosna no sea a rn costa. Con estas dilaciones llegaron al año 1650 -18 años habían pasado– en que contrataron con Baquedano un nuevo órgano. El nuevo es notoria– mente mayor que el anterior. En el contrato se habla de 800 ducados a los [23] 65 Ibídem, fol. 44. 66 Ibídem, fol. 62. 67 Ibídem, fol. 69. 68 Ibídem, fol. 77. 529

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