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HORAS ROMANAS EN ROMANCEDEMUNIÁINDEARCE con la familia vendedora, como ocurrió en Baztán con el citado señorío de Egozcue de Ciga, o con las posesiones del antiguo señorío de los Borda de Maya, hoy totalmente borrado del mapa baztanés, y con el señorío de Bértiz, hoy para servicio y uso de la Comunidad Foral (Gobierno de Navarra)4. Lo mismo puede decirse del lugar de Zay en el valle de Esteríbar5, seño– río centrado en una suave hondonada rodeada de tupidos bosques, con un edificio central del señor de la zona, de construcción muy cuidada, y algunas otras casas, medio habitables, medio dedicadas a almacenes o refugio de ani– males. Hoy el lugar está totalmente deshabitado. También en Zay existe una iglesia propiedad de la familia, con su her– mosa pila bautismal y su cementerio a la entrada del templo y sus estelas dis– coideas, hoy desaparecidas, en parte por robo, y en parte por recogida de las mismas por la familia. Y sigo con Muniáin de Arce. Para AFS 6 se trata de un lugar que fue poco a poco perdiendo importancia: de lugar pasa a caserío, y de aquí, a desolado. "Tenía 9 habitantes en 1887, 7 en 1930, 13 en 1940, 14 en 1950 y 10 en 1960; por esto no figuraba en el nomenclátor de 1970 y sí, por deshabitado, en el de 1981". En realidad no está tan deshabitado y, menos, desolado como aquí se indica; la familia (residente en Pamplona) pasa allí frecuentemente sus fines de semana y uno de los miembros de la misma utiliza habitualmente sus lo– cales como taller de carpintería. He hablado de señoríos al comenzar a describir este lugar de Muniáin de Arce, porque la única familia que lo ha habitado en los últimos años, es propietaria de un amplio entorno de terreno, llano en las proximidades del río Irati, y pendiente y boscoso en el resto, pero no escabroso; con un bos– que bien cuidado; en una de las lomas de este bosque está situado el peque– ño poblamiento humano, constituido por un par de casas y la iglesia romá– nica, de la que la familia es también propietaria. He hecho hincapié en este aspecto de "señorío", porque así como yo, otros se y me lo han preguntado: ¿A qué puede deberse la presencia de este librito-devocionario del siglo XVI en la casa principal del pueblecito? ¿Y en castellano, "romance", como se indica en la portada, cuando ahí indudable– mente se hablaba en esa época el euskera? 4 PÉREZ DE VILLARREAL, Vida!, Etnografta baztanesa. Retazos. Ver parte 4ª: Detalles íntimos de la familia de los Borda de Maya de Baztán. En CEEN, 16 (1984), pp. 153-191. Ver pág. 174 y sigs. 5 El término tan en uso en Navarra, "Valle", agrupa diversos caseríos y aldeas disper– sos, formando un solo municipio. Las Cendeas parece que tienen origen militar; resultan de la agrupación de diversas aldeas para movilizar una "centena" de soldados. En el caso de las Cendeas (siglo XI), la entidad tenía obligación de rendir cuentas y armas dos o tres veces al año a los Obispos o monjes de determinados monasterios; en el caso de los Valles, se de– pendía en todo de los alcaldes-capitanes a guerra, hasta el siglo XIX. Poco a poco fueron dis– gregándose algunos de estos agrupamientos humanos, dando origen a municipios indepen– dientes, debido principalmente a la creciente prosperidad de la comarca. En el Valle de Ar– ce se guardan la bandera y trajes de la época en el lugar de Nagore, donde se halla centrali– zada la actividad municipal. 6 AFS: Alfredo Floristán Samanes. Véase Gran Enciclopedia de Navarra, tomo VII. CAN, Pamplona, 1990. [3] 209

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