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VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL "Que cosa se clara a ti o que cosa se poma ante ti a la lengua en– gañosa. Las saetas del poderoso aguas con los carbones desoladores. Guay de mi que la mi morada es alongada more con los moradores de cedar muy avenediza fue la mi anima''. La Biblia Española ofrece esta versión: "¿Qué te va a dar o mandarte Dios, lengua traidora? - Flechas de arquero afiladas con ascuas de retama. ¡Ay de mí, desterrado en Massac, acampado en Cadar!". He podido recoger varias traducciones que, comparadas entre sí, me han dado una solución hipotética, para salir del paso; por cierto, el tema es puramente etnográfico: Vatablo S. Paganini Vulgata Salterio Moderno Gubianas Salterio actual Libro de Horas Pariter sagittis acutis quas vir fortis intorquet et carboni– bus iuniperorum similis est. Sagittae potentis acutae, cum carbonibus iuniperorum. Sagittae potentis acutae cum carbonibus desolatoriis: Sagittas potentis acutas et carbones genistarum. Agudas saetas de valiente con brasas de retama. Flechas de arquero, afiladas con ascuas de retama. Las saetas del poderoso aguas con los carbones desolado– res. En la Biblia de Vatablo 77 se dice que esta planta, conocida como enebro o junípero entre nosotros, posee una madera de alto poder calorífico. Otros autores la traducen del hebreo, como retama, palabra procedente del árabe, que posee las mismas características; con estos previos parece sen– cilla la hipótesis que propongo desde el punto de vista químico. Indudable– mente se trata de explicar de alguna forma cómo conseguían entonces endu– recer y afilar las puntas de las flechas de hierro que utilizaban en sus cacerías y en sus guerras; las aceraban primero, calentándolas a la temperatura más alta que la madera de aquellos arbustos les permitía, y después las endurecían, de la misma forma que se hace hoy, enfriándolas bruscamente y golpeándo– las con mazas o piedras de gran dureza (temple del acero). En este mismo versículo aparece en la traducción que nos ofrece el Li– bro de Horas, el término "Guay". Según Corominas, se trata de una interjec– ción de amenaza o de dolor, ya usada en el siglo XIII 78 : "Guay de mi que la mi morada es alongada more con los mora– dores de cedar muy avenediza fue la mi anima''. 77 Biblia Sacra, cvm dvplici translatione, Ó' Scholiis Francisci Vatabli. Apud Gasparem a Porronariis, Salamanca, MDLXXXIIII (1584). Francisco Vatablo fue un profesor de hebreo muy célebre de la Universidad de París, de mediados del siglo XVI; sus alumnos publicaron sus lecciones añadiendo sus notas o escolios. 78 COROMINAS, Joan, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, 3ª edición, Madrid, Ed. Gredos, 1980, 627 p. 238 (32]
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