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HORAS ROMANAS EN ROMANCE DE MUNIÁIN DEARCE "Desiderabilia magis quam aurum et aurum multum et dulciora melle... " 66 • Llama la atención la última antífona, por la palabra "cama'' de que hace uso; parece algo vulgar: Antífona: Ante la cama 67 desta (sic) virgen cantad a nos muchas vezes (sic) cantares de gozo. Pertenecen a la textura del oficio de maitines, las lecturas o lecciones, tomadas o de la Sagrada Escritura o de los Santos Padres; en nuestro caso propone el autor del Libro de Horas tres, tomadas del Libro del Eclesiástico; por saborear el tartamudeo infantil del "romance-castellano" en sus inicios, presento la tercera lección, en dos columnas: Texto del Libro de Horas Assi como cedro soy ensalc;:ada en el monte del libano: y assi como cypres en el monte syon. Assi como palmo(sic) soy ensalc;:ada en el val de cades y assi como la planta de la ro– sa en ierico et assi como la oliua fer– mosa de los campos: y assi como el platano soy ensalc;:ada cerca de las aguas. en las plazas dy olor assi co– mo cinamomum et balsamo bien oliente: y assi como mirra escogida di suauidad de olor. Texto de la Biblia Española Crecí como cedro dei Líbano y como ciprés del monte Hermón, crecí como palmera de Engadí y co– mo rosal de Jericó, como olivo cre– cerá en la pradera y como plátano junto al agua. Perfumé como cina– momo y espliego y di aroma como mirra exquisita. (Eclesiástico, cap. 24, 13-15 a). Tras las lecturas y responsorios, no puede faltar el cántico, tan repetido en todos los rincones del globo: el Te Deum laudamus... En este Libro de Ho– ras se dice pertenecer a San Ambrosio y San Agustín: "Cantico de ambrosio y augustin': No hay por qué hacer comentario alguno de ninguna de sus partes, por tratarse prácticamente del texto actual, salvo expresiones sencillas propias del tiempo; no es un himno bíblico. Comienza así: O Rey glorioso iesu xristo por ti loamos a dios y lo conoscemos. E por ti honra toda la tierra al que es padre y durable, etc. .. 2. Laudes Y se da inicio al rezo de las laudes o alabanzas de primera hora de la mañana. El cuerpo de la salmodia se apoya en cuatro salmos (números 92, 66 Nicolás de LYRA, op. cit. Su explicación no profundiza en la dificultad. Fol. XIX. 67 Llama la atención el uso de esta palabra, hoy para nosotros tan poco literaria. Véase Glosario. [27] 233
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