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VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL En el subrayado, que es mío, aparece primero la abreviatura del 'nom– bre de Jesús', después la de 'Cristo-Mesías' y finalmente la del término 'nues– tro'. (Véase Glosario). Para la clásica oración del orate ftatres (orad hermanos), se indica la for– ma s1gmente: El nostro señor sea en la tu boca y la tu lengua y en el tu coras;on y resciba de tus manos este sancto sacrificio por salud de la sancta yglesia y de nos. amen. El canto del Sanctus (aquí escribe Los sanctos), se traduce la palabra Ho– sana, por "sálvanos"; hoy no lo hacemos e ignoramos su significado (véase Glosario): Sancto el padre. Sancto es el fiio. Sancto es el spiritu (sic) sanc– to. Señor salua nos que llenos son los cielos y la tierra de la tu gloria salua nos en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del se– ñor saluanos en las alturas. Y termina todo de la forma tradicional secular modificada en la última reforma litúrgica: Verso: La missa es acabada. -A dios gracias. (El ite missa est de nuestra le– jana infancia). La misa en general Se advierte inmediatamente en rojo (rúbricas): Aqui comienr;an las deuo– cio / nes de toda la missa quando / entrares en la yglesia di esta / oracion siguien– te. Y a lo largo de quince páginas bien saturadas de letras góticas, va pre– sentando el autor de este Devocionario una devota serie de consideraciones y oraciones con que se puede ir acompañando al sacerdote a lo largo de la ce– lebración de la misa o eucaristía como hoy se le denomina. Nos hace pensar esto que la celebración tenía que ser en latín; lo advier– to, porque al haber presentado la misa de la Virgen en todas sus partes varia– bles en 'romance-castellano', nos podríamos imaginar que las celebraciones se hacían en lengua vulgar; no creo que se llegase a tanto; no olvidemos la forma de asistir a estas celebraciones litúrgicas antes del concilio Vaticano II (1959-1963); todas se hacían en latín y sólo las mujeres llevaban a la iglesia sus devocionarios, donde cada momento del sacerdote se representaba inclu– so a veces con figuras y grabados y consideraciones alusivas a la acción del tiempo celebrativo (Áncora de salvación, etc... J 5 • En razón a la brevedad, sólo advierto que se habla de la comunión de forma muy breve y sin resaltar ninguna orientación respecto de la misma. 45 Fueron muchísimos los "devocionarios" de esta clase, aparecidos en el siglo XIX y en la primera mitad del siglo actual; añado como ejemplo el siguiente:Novísimo eucologio espa– ñol, devocionario completo que contiene el ejercicio del Cristiano para la mañana..., Madrid, Antonia Zanón, editora, 1860, 607 p. 224
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