BCCCAP00000000000000000001290

HERRIKO ETXEA - LA CASA DEL PUEBLO En muchas posadas se hizo uso de esta sala también para impartir las primeras letras a los que las solicitaban. Después, cuando se organizó la enseñanza primaria de forma obligatoria en España a principios del pasado siglo, en algunos lugares como Errazu se cumplía con este fin en la sala de reuniones o «restaurante actual» de la posada, ampliando más todavía sus múltiples usos. La posada era en resumen el lugar del descanso, de la información y gobierno, de la enseñanza, del juego, de las compras y encargos, de la visita del médico y cirujano, del barbero, .. . para todos los vecinos y habitantes del lugar. El juego de pelota del «rebote» o «al largo» Bajo el epígrafe «El juego de pelota en el Valle de Baztán en el siglo XVIII» se describía en CEEN un litigio que se originó en el lugar de Oronoz entre los jugadores y uno de los vecinos del pueblo que tenía su casa colin– dante con la plaza de juego 8 • Esto ocurría frente a la posada de Oronoz. Tan céntrica era la posada para la vida de todo el pueblo, que hasta el campo de juego de pelota «al largo» se procuraba montar a su lado; se trataba ciertamente de un entretenimiento casi único y oficial, y las horas deportivas domingueras se vivían plenamente en este centro social con plena participa– ción del pueblo en el esfuerzo deportivo de los jugadores. He comprobado lo dicho en los lugares de Azpilcueta, Arizcun, Errazu, Arráyoz, Lecároz, Garzáin, Elvetea, Ciga y Berroeta, donde la larga pista de juego se conserva todavía frente a la posada o casa del pueblo; la pista de Oronoz queda atravesada por la carretera nacional a Francia, dejándola inser– vible. No lo he podido comprobar ni en Almándoz, ni en Aniz. En Elizondo se jugaba «al largo» algo lejos de la posada, en la plaza situada paralelamente al Ayuntamiento y junto al antiguo templo parroquial, y en pueblos como Arráyoz e Irurita, se sigue haciendo uso de estas pistas deportivas en campeonatos comarcales muy competidos, de carácter interna– cional, por participar en ellos equipos vascofranceses (Fot. n.º 1). Las «mutil-dantza» Es número obligado en las fiestas patronales, el saludo y homenaje al pueblo y autoridades después de la misa parroquial, en la plaza situada frente Al amanecer siguió hacia la frontera, y, sin entrar en Pamplona, y después de pernoctar en una venta, refugio de contrabandistas (no da el nombre de la venta), llegaba antes del mediodía del día siguiente al pueblo de Berroeta. Véase también MAÑÉ Y FLAQUER, Juan, El oasis. Viaje al país de los fueros. Barcelona, J .J. Roviralta, 1878. Tomo 111. Véase p. 445 donde se refiere a la posada o mejor «fonda» de Mugaire, no a la del pueblo de Oronoz. 8. PÉREZ DE VILLARREAL, Vida!, Etnografía baztanesa. Retazos, en Cuadernos de Et– nología y Etnografía de Navarra. Pamplona, Inst. Príncipe de Viana, 16 (1984), p. 153-191. Véase p. 154 s. [5] 267

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz