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HERÍUKO ETXEA - LA CASA DEL PUEBLO En la sala de juntas o «batzarre» se podían servir además comidas y proporcionar al pueblo un lugar de esparcimiento y de reuniones de negocios y de información. Uno de los principales fines de la posada radicaba también en ser el lugar más idóneo y seguro para dejar y recoger encargos dirigidos o provenientes de los demás vecinos del pueblo, del Valle, de los arrieros y de los correos de posta. Tampoco hay que olvidar aquí que el campo baztanés está sembrado de «caseríos» y muchos de ellos quedan muy alejados del núcleo del poblado central; además, en general el caserío o borda, como se suele llamar, es una construcción sólida y amplia, pero mucho más sencilla que las casas centrales de las familias, sin fachada blasonada, y generalmente dependían de estas últimas, llevando su mismo nombre con la apostilla final: «... borda» (Inda– koborda o borda de la casa Inda), y en principio la familia utilizaba ambos edificios, uno como residencia oficial y habitual, y el otro como lugar y centro de trabajo, o los arrendaba a un tercero, como frecuentemente se ha ido realizando en los últimos años. El clima baztanés es muy húmedo y los caminos son de tierra arcillosa, con lo que la llegada del viandante al núcleo del pueblo, fuese casero o bordari, se hacía entre lodos y bajo lluvias atlánticas, suaves pero continuas; llegaban al pueblo mojados y enlodados y la posada les servía para ponerse en condiciones de acudir a las funciones religiosas de la parroquia o a las reunio– nes entre socios y amigos en las debidas condiciones. El amplio comedor citado, local multiuso, servía y sirve fundamental– mente como sala de reuniones de todos los vecinos del pueblo, para recibir órdenes e informes y responder a los cuestionarios procedentes de la autori– dad central, porque todos los pueblos del Baztán forman una colectividad cívica, social y política, una UNIVERSIDAD, y en cada pueblo se elige periódicamente un jurado o «justicia» que se encarga de dirigir estos «batza– rre», ayudado de dos o más consejeros o «kargodunak» (justizie.lagunak). En el Apeo de Baztán publicado por el padre F. Ondarra se indica que en los pueblos de Arráyoz y Garzáin se reunieron los vecinos en el cementerio parroquial, para establecer de forma oficial el Apeo 3 ; este dato, la reunión en el cementerio, se repite numerosas veces incluso para otros pueblos del Valle, en la obra «Ejecutorial...», publicada en 1748 4. La explicación está en que no se disponía en estos pueblos de un local adecuado para las reuniones de vecinos o «batzarre» y en que el cementerio se hallaba adosado al templo parroquial y prácticamente en el atrio mismo de acceso a su interior 5 • La sala de la posada iba a solucionar en adelante este problema. El arrendatario podía además organizar a su arbitrio el interior de la 3. ÜNDARRA, Francisco, Apeo de Baztán (1726-1727), en Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra. Pamplona. Inst. Príncipe de Viana, 16 (1984), p. 5-47. Ver p. 28 y 31. 4. Executorial insertas sentencias, concordias, ... el Valle y Universidad de Baztán ... Pam– plona, 1748, 327 p. 5. Para concretar y ampliar el tema se puede consultar el estudio siguiente: VINSON, Julien, Mémoire sur l'Ethnographie des Basques, en «Mé~oires de la Société d'Ethnographie», 3 (1872), p. 49-103. Ver p. 69, desde «Tout autour de l'Eglise est le cimetiere...». [3J 265

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