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VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL y casco de las casas. El riesgo de incendios y quema casual y «de la guerra guerreada que hubiere en esta frontera entre los reinos de España y Fran– cia», corran por cuenta del Monasterio y del Valle. 9.") El pago ha de hacerse, la mitad en dinero español y la otra mitad en moneda francesa, «con el equivalente de a tres Rs por franco y no más». 1O.ª) Hecho el carbón, deben cubrir las carboneras con tablas para evitar se mojen ... 11.") Acabará el arriendo el 24 de junio de 1636, inclusive, y al fina– lizar el arriendo, dejarán para la nueva etapa 5 .000 quintales de vena, «don– de quiera que por tiempos se hallare en tierra, mar, riberas, caminos y cua– lesquiera otra parte, aunque sea en Francia», como consecuencia y corres– pondencia a la «merced de Su Mgd y consentimiemo del servicio de Vizcaya y de la Provincia de Guipúzcoa». Se ha de advertir aquí que el mineral vizcaíno llegaba por mar hasta el puerto de San Juan de Luz, donde los monjes disponían de un embarca– dero y era trasladado después por río hasta Ascain, desde donde, en carretas, machos o rocines, se trasladaba al almacén de la ferrería vieja del Monas– terio. Todas estas cláusulas corresponden a la escritura de arrendamiento del año 1622, firmada solemnemente en el Monasterio de Urdax ( 7 de octubre). El optimismo era grande y la confraternización con los franceses completa. Pero, a su término ya la guerra de los 30 años en Europa, se agravó la situación en esta parte de la frontera española y en una de las incursiones, quizá no del ejército francés, sino de grupos armados poco controlados, la ferrería de BAKEOLA quedó totalmente destruida en 1636. Por estas mis– mas fechas comenzaron las hostilidades en toda la frontera, aunque en la desembocadura del río fronterizo es donde se notó el golpe mayor, con la irrupción del grueso del ejército· francés, toma de Irún y cerco de Fuente– rrabfa en 1638 17 • Y no se volvió a reedificar de nuevo la ferrería de la paz, a pesar de los continuos esfuerzos de los monjes de Urdax. Parece que el Valle de Baz– tán perdía más con el carbón sacado de sus bosques para las fertetías de Urdax, que las cantidades cobradas en los diferentes · arriendos; prefería vender carbón de su pertenencia a otras ferrerías del país, lo . que ocasionó sonados juicios con los exigentes monjes de San Salvador de Urdax. 17 Francisco de GAINZA, obra citada. 356 [12]
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