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FECHADO DE LAS ESTELAS DISCOIDEAS. SISTEMATIZACION DE DATOS en el siglo XIV. Las de Echalar quedan localizadas en los siglos XVIII y XIX, salvo alguna de pequeño tamaño que puede reflejar esquemas más antiguos, por llevar esculpida en alguna de sus caras la fecha de su preparación; estas estelas de Echalar hacen de esta Villa navarra un caso único en España, pues se siguió enterrando «al modo antiguo» en la segunda mitad del siglo XIX en el nuevo cementerio municipal inaugurado en 1850. La estela de mi patria chica, pueblecito alavés de Echávarri-Urtupiña, con sus cruces cósmicas «cornuttas», sus temas solares en torbellino y sus estre– llas de cinco y seis puntas pertenece a otra escuela, aunque al mismo grupo simbólico 67 y puede también fijarse en el siglo XII, en pleno románico; se hallaba en un cruce importante de caminos, «Mendixurbide», una de las muchas derivaciones de la ruta jacobea que, descendiendo del túnel de San Adrián, se ramificaba por diversos lugares de la llanada alavesa. Se halla actualmente en el Museo de Arqueología de Alava (Vitoria). La mayor parte de las estelas se utilizó como material de derribo y relleno de parques y caminos de acceso a los templos parroquiales, a partir de la época en que se generalizó la costumbre de inhumar a todos dentro de las iglesias, al igual que nos dice B. Bagatti de las estelas orientales: «le stelli del nostro periodo sono state usate como materiale de construzione in edifici posteri, nei solciati delle vie a delle piaze», y presenta una fotografía de una discoidea similar a las nuestras, hallada en las excavaciones «del villagio del Nebo», fijándola en los siglos IV o V de la vida de la Iglesia 68 • Apéndice La cruz cátara En un estudio firmado por Rodríguez Cortezo, donde se hace una rela– ción detallada de una de las cruzadas contra los albingenses, se publica una fotografía de una estela discoidea antropomórfica con una cruz latina en una de sus caras y una orla circular como única ornamentación (cruz cósmica); la cruz está realizada en simple incisión. La designa el autor con el nombre de Cruz Cátara 69 • Al asentarse• los cátaros en el sur de Francia recibieron el nombre de Albigenses e intentaron desde allí infiltrarse poco a poco en los reinos hispa– nos de Aragón, Navarra y Castilla-León. Reapareció con ellos la antigua secta herética del dualismo entre el bien y el mal, presentándose como «los perfectos» y llegando a su máximo desarrollo y extensión en las naciones de Europa central en los siglos XI y XII. Muy poco se propagaron sus doctrinas en los Reinos cristianos de la Península Ibérica, al contrario de lo que ocurrió con las estelas discoideas, sobre todo en la parte norte del Reino de Navarra. 67. PÉREZ DE VILLARREAL, Vida!, Estelas discoideas de Echalar y Vera de Bidasoa, en CEEN, 19 (1987), pp. 95-165. 68. BAGA'ITI, Bellarmino, op. cit., Vol. II, Tavola V. Véase también p. 246. 69. RODRÍGUEZ CORTEZO, Jesús, Trovadores y hogueras. La cruzada contra los albi– genses, en Historia y Vida, n.º 224, año XIX, noviembre de 1986. Véase p. 52 s. [25] 499

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