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VIDAL PEREZ DE VILLARREAL le puede describir como cruz cósmica centrada en un rombo y apoyada en tres protuberancias, «cuernos» o rayos abiertos en abanico, símbolos de los Arcángeles Miguel y Gabriel en torno a Cristo. Conclusión De todos estos símbolos relacionados con las estelas discoideas, la cruz cósmica, la escala, la cruz «cornutta» y los signos solares y estelares son los más frecuentes. La orla circular del disco que puede aparecer en ambas caras de las estelas, no es pues un simple adorno, es el símbolo del mundo donde tiene lugar la acción espiritual representada en el espacio interior de la cara discoidal. Varios círculos simbolizan la divinidad del Ser Supremo. Así, en la Villa de Echalar se describió una estela con varios círculos concéntricos que repre– sentan la divinidad en su plenitud y la influencia amplia y generosa de la gracia sobre las almas, principalmente sobre el alma del difunto enterrado bajo ella 61 • La cruz constituye la «cruz cósmica» si está inscrita en la orla circular o en otra circunferencia cualquiera que no sea orla de la estela, o en algún rombo o cuadrado. La cruz cósmica une el cielo con la tierra (palo o mástil vertical) y abraza a todo el universo (brazos horizontales). En los cuadrantes de la cruz se representan de forma variada las partes del mundo; estas partes del mundo no son los continentes, sino las cuatro partes consideradas generalmente siguiendo la orientación de los cuatro puntos cardinales. Los adornos grabados en los extremos de la cruz cósmica son siempre símbolos de fuerza espiritual: protuberancias o «cuernos», en concordancia con el simbolismo explicado. Consistían en principio en simples digammas, para desarrollarse después de formas variadísimas, como flores de lis o lirios, como ojivas elípticas o como complicados desarrollos helicoidales que llenan de vida y fuerza espiritual a los espacios vacíos del cosmos. Este conjunto tan variado de ornatos viene simbolizado por el cuerno de la abundancia de la Sagrada Escritura: «cornu salutis»; es el símbolo bíblico de la gracia divina que justifica y que salva; así aparece en diversos pasajes de la Sagrada Escritura, como en el cántico de Zacarías, padre de San Juan Bautista (Le 1, 69): «Nos ha suscitado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo» (et erexit cornu salutis nobis...), «suscitándonos una fuerza salvadora», según la traducción actual. Este símbolo se extendió muchísimo por el mundo cultural del medioevo; los árabes y otros muchos pueblos orientales solían comparar los primeros rayos del sol naciente con los «cuernos» de un gamo, rápido en el mirar y en el reaccionar ante los incentivos exteriores, como la luz, y simbolizaban con él, el poder y la fortaleza del brazo de Dios. Las estelas discoideas medievales, por ejemplo las localizadas en el Valle de Baztán, desarrollan a la perfección de muy diversas formas este terna de la 61. PÉREZ DE VILLARREAL, Vidal, Estelas discoideas de Echa/ar y Vera de Bidasoa, en CEEN, 19 (1987), pp. 95-165. 496 [22]
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