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FECHADO DE LAS ESTELAS DISCOIDEAS. SISTEMATIZACION DE DATOS del Purgatorio» después de las funciones solemnes de los domingos y días de fiesta. · La Villa de Maya conserva aún su «camposanto» adosado al muro oriental de la iglesia parroquial, por estar situado el templo fuera de la Villa, constitui– da por una calle central y única y un sinfín de caseríos y bordas extendidos en su aerredor, dificultando la colocación del cementerio en el lugar exigido por la ley. En este cementerio de Maya existieron numerosas estelas discoideas que han ido desapareciendo, quedando hoy solamente una y en total abando– no. En numerosos pueblecitos de la zona media de Navarra se siguió hacien– do uso de los cementerios antiguos, adosados al muro del templo parroquial, por la distancia a que se hallaba la iglesia de los pequeños núcleos de pobla– ción y porque generalmente se construyeron estos edificios religiosos en promontorios bien aireados, condición exigida por la ley para los cemente– rios, y al tratarse de núcleos de pocos habitantes, tenían lugar las inhumacio– nes muy de tarde en tarde. En todos estos pueblecitos han ido apareciendo numerosas estelas discoideas, estudiadas ya en su mayor parte. De curiosa se puede calificar la nota recogida por el padre Huesca referen– te a la iglesia parroquial «de la villa del Pasage cerca de San Sebastián»; «en 1781, dice, se inficionó de modo el ayre por el hedor insoportable que exhala– ban los cadáveres, que a fin de atajar el daño que comenzó a experimentarse y evitar el contagio, fue preciso cerrar sus puertas y desmontar el tejado para darle respiradero» 49 • Con ejemplos similares a éste trató el padre Huesca de convencer al pueblo de la necesidad que existía de acabar totalmente con la costumbre tradicional de inhumar los cadáveres dentro de las iglesias parroquiales. Conclusiones Prácticamente hasta el siglo XV se enterraba en casi todos los pueblos de España y de Navarra alrededor de los templos parroquiales, junto a sus muros, sobre todo en los núcleos urbanos no amurallados; en los amuralla– dos se aceleró algo la entrada de las sepulturas en los templos por falta de lugar dentro de la ciudad o villa (fines del siglo XIV). La estela discoidea señalaría el lugar de las tumbas de cada casa o familia. En el siglo XVI se iba a generalizar la costumbre de realizar todos los enterramientos dentro de las iglesias. Comienza a verificarse este cambio en Navarra a fines del siglo XV, para· desarrollarse plenamente en el XVI. Se trataba, no obstante, de una concesión a una costumbre abusiva, y en muchos lugares se siguió en parte la t~adición medieval 50 , enterrando dentro o fuera de las iglesias, hasta que en el siglo XIX, aduciendo razones de higiene 49. RAMÓN DE HUESCA, P., op. cit. Ver p. 88. 50. PÉREZ DE VILLARREAL, V1dal, Cien estelas discoideas de la Villa de Echalar, en CEEN. En vías de publicación. (15] 489
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